Dos milagros fueron los que convirtieron a Mama Antula en la primera santa argentina. La curación de la hermana religiosa Vanina Rosa en 1905 se le atribuye al primero, en tanto que la recuperación de un hombre de un accidente cerebrovascular a comienzos del siglo XIX constituye su segundo milagro por el cual será canonizada, destacó la historiadora y difusora de la historia de la beata, Graciela Ojeda de Río.

En esta oportunidad explicó Ojeda: “Para que una persona sea beatificada y posteriormente canonizada por la Iglesia Católica, se lleva un proceso canónico establecido por normas y leyes de la iglesia con Juan Pablo II”.

La historiadora fue nombrada en 1998 por el papa Francisco, entonces arzobispo de Buenos Aires, como presidenta de la Comisión de Peritos Históricos en la causa de Beatificación de Mama Antula.

«Los que trabajamos en la causa seguimos la normativa, que indica que cuando muere una persona tiene que tener característica de santidad», además de una investigación sobre los milagros atribuidos.

María Antonia había sido beatificada en 2016 en Santiago del Estero luego de que el Papa autorizara la publicación de un milagro por la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien habría recuperado la salud en el año 1905 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación

«Se hizo una validación, tuvimos que dar certezas bajo juramento que se llevan a Roma (Italia) y había que presentar el milagro certificado», señaló Ojeda de Río.

Esta beatificación permitió que Mama Antula fuera reconocida en los templos de Argentina, donde «se podía poner una imagen de ella», afirmó la historiadora.

En tanto, destacó que para la segunda instancia, se necesitaba probar «otro milagro más, que de ser reconocido por la Iglesia, le da la posibilidad de ser canonizada», y reconocida en todo el mundo.

Ese segundo milagro, señaló Ojeda de Río, «ocurrió hace 200 años en la provincia de Santa Fe, con la curación del señor que tuvo un accidente cerebrovascular (ACV) que lo dejó en un estado muy difícil y serio por lesiones que, según los médicos, no se iban a poder curar».

Entonces, «le rezaron a María Antonia y se produjo el milagro de su curación. La historia clínica fue enviada a Roma para ser evaluada por nueve médicos distintos de otras partes del mundo».

«Esos médicos consultados no encontraron explicación lógica a la recuperación, el Vaticano lo volvió a analizar y estableció lo que hizo (Jorge Mario) Bergoglio, que afirmó que esa curación se debió a la participación milagrosa de María Antonia», sintetizó.

De esta forma, Mama Antula se convertirá en la primera santa argentina con una ceremonia que se hará en la Plaza San Pedro a inicios de 2024, según indicaron fuentes vaticanas.