Por Juan Manuel Martellotto / Foto: Silvia Bordoni

Estará ausente con su presencia física, pero su legado artístico y musical al frente de Virus perdurará para la posteridad. Federico Moura era algo así como el Alma Mater de Virus, el intérprete de la música que hacía Virus, con su voz tan agradable como por su particular estilo, que le daba al grupo una identidad característica, junto al sonido de los sintetizadores, y el aporte de cada músico de la banda que se destacaba por sonar muy profesional.

Federico fué el primer gran showman del Rock Nacional, al que le aportó elegancia, fineza, glamour y sofisticación, al dejar en claro que la imagen era tan importante como la música.

Su voz quedó registrada en ocho discos de Virus, editados entre 1981 y 1987. Desde Wadu Wadu hasta Superficies de Placer, en el que cantó  de manera  brillante, teniendo en cuenta su delicado estado de salud.

Se fue muy temprano de este plano, víctima de una enfermedad producida paradójicamente por el mismo agente patógeno que le dió el nombre a la banda.

“Federico va a ser recordado como un gran artista. Pero yo voy a sentir la falta de un gran amigo», dijo acongojado, su gran amigo Charly García tras su muerte.

Se lo extraña mucho… recordando su expresión en tiempo de amores descartables…