Francia derrotó a Croacia por 4 a 2, en una final inolvidable que quedará grabada en la historia de los mundiales, este domingo en Moscú y se llevó el título de la Fifa Rusia 2018. Los galos fueron efectivos, con un demoledor poder de fuego que se impuso al juego de los croatas, y vuelven a levantar el trofeo tras 20 años.

En los primeros minutos, Croacia sorprendió a los Galos, por la presión que hacía de mitad de cancha en adelante pero con poca profundidad para inquietar al golero Lloris.

Pero en la primera excursión de los franceses al área croata, llegó la apertura del marcador, tras un centro de Griezmann que peinó Mandzukic en contra de su arco, y comenzaba otro partido, porque los planes de los entrenadores en la previa, ya no tenían sentido.

Sin embargo, Croacia no se quedó con los brazos cruzados y fue a buscar la igualdad, y lo consiguió con un golazo de Ivan Perisic, que con un remate cruzado puso el 1 a 1.

En un primer tiempo emocionante, llegó la jugada polémica cuando Perisic tocó con la mano un centro desde la derecha, el juez Pitana había cobrado saque de meta, le avisaron desde el VAR, que hubo falta dentro del área chica y el misionero, terminó cobrando penal correctamente. Luego, Antoine Griezmann lo cambió por gol, para el 2 a 1.

Croacia tuvo la pelota, superó al rival por los costados pero no pudo plasmar en la red, mientras que Francia fue efectivo al ciento por ciento y aprovechó todo lo que tuvo.

En el complemento, los croatas salieron a matar o morir, y tuvieron la chance de igualar con un remate de Rebic que descolgó del ángulo el arquero Lloris.

Pero Francia no te perdona de contra, y en una de las escapadas de Mbappé, terminó en los pies de Pogba, que remató dio en un defensor y repitió el disparo y la clavó en el palo derecho, para el 3 a 1.

Ya con muchos espacios, los galos no perdonaron y Mbappé conquistó su gol, con un gran remate rasante para poner el 4-1 inapelable. Pero un rato después, Mandzukic aprovechó un grave error en la salida del arquero Lloris, puso el 4 a 2, y renacía la esperanza para Croacia.

Quedaba mucho por delante, y los balcánicos tenían fe que podían llegar al empate, aunque Francia manejaba la pelota y la desesperación del rival.

El elenco de Deschamps (entra en la historia, ganando la copa como jugador y DT), cierra una etapa notable tras un proyecto futbolístico serio, que comenzó con un trabajo a conciencia en los juveniles y culminó con el máximo galardón entre los grandes del planeta.