La carga de la inflación sobre el salario, sumado a los aumentos en los servicios, incrementa los inconvenientes para inquilinos y propietarios. Es por eso que al perfilarse el 2019 como un año complejo en relación a la pérdida del poder adquisitivo, los especialistas advierten por profundización de la crisis habitacional.

Pero el último dato que reveló la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires es que las expensas aumentaron un 42,9% durante el año pasado. Incluso, afirman que la suba en las mismas estará impulsada principalmente por las tarifas, y por lo tanto para el año entrante se podría superar el 35% del aumento, representando un porcentaje cada vez mayor del salario.

Según el informe «Canastas de Consumo», en diciembre pasado una familia tipo de un matrimonio con dos hijos tuvo que pagar, en promedio, $ 2.369,23 por mes de expensas. Mientras que en diciembre de 2017 la media era $ 1.657,02.

La primer causa de la suba se produjo por los incrementos salariales para los encargados de edificios, con una paritaria que fue revisada en agosto, por la inflación. Incluso, está pautado que para febrero los salarios aumentarán otro 3%.

La segunda causa fue el aumento en los servicios, donde se espera que en el transcurso de este año suceda algo similar, ya que fueron anunciado aumentos del 55% en la luz, 35% en el gas y casi 50% en el agua.

En la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, en función de los casos que recibe a través de su Programa de Atención a Inquilinos, estiman que hoy las expensas representan entre un 25% y un 30% del valor de un alquiler.

«La cifra que difundió la Ciudad es un promedio. Sabemos que hay muchos edificios donde las expensas aumentaron mucho más, casi hasta llegar al 100%. Hay consorcios que han recibido cuentas de gas de $ 400.000. Aquellos que tienen servicios centrales son los que están más complicados», dijo Alicia Giménez, de la Unión de Consorcistas de la República Argentina. «Por otra parte los consorcios han dado de baja servicios que antes eran obligatorios, como la desinfección, pero son gastos que no inciden tanto en el número final. De hecho en algunos consorcios quizá estamos  hablando de un gastos $ 50 al mes, por eso muchos vecinos los mantuvieron», comentó.

El Gobierno porteño había promovido en 2018 un plan con 14 medidas para bajar las expensas, que incluía, por ejemplo, eliminar el certificado de «edificio seguro» y del libro de datos periódicos. Tampoco es ahora obligatorio desinfectar todos los meses. También se votó en la Legislatura una nueva regulación de tanques de agua para que no sea necesario vaciarlos cada seis meses. Y se espaciaron los controles de ascensores, fachadas y matafuegos. De esta forma, en la Ciudad informaron que en un edificio tipo de diez pisos con 20 unidades se podían ahorrar el equivalente a un mes de expensas al año.

»Lo que incide de una manera gravitante y definitiva es el sueldo del encargado, las cargas sociales, los aumentos que perciben, el bono fijo de 20%, el sueldo del suplente. Creo que nunca se logra poner en foco que los edificios no son una empresa, no hay ganancia. Los sueldos de los encargados deben tener lógica en relación a quienes habitan los departamentos, estamos hablando de jubilados y asalariados», agregó Cristina