Por Alejandro Maidana

El balotaje del próximo 19 de noviembre en Argentina, no se tratará de una elección más, esta contiene aditamentos que no solo la hacen sumamente especial, sino que invita a asumir un grado de compromiso y responsabilidad por fuera de lo acostumbrado por las masas. Las figuras de Javier Milei y Sergio Massa, se muestran antagónicas, el primero amenazando con hacer estallar el estado, mientras que el otro, proyecta la construcción de un país desde el fortalecimiento de sus instituciones.

A las propuestas ya conocidas y que siempre han estado sobre la mesa, se le ha sumado una tercera vía que busca no solo poner en jaque los cuarenta años de democracia, sino impulsar un desmadre pocas veces visto en una tierra que, de situaciones dolorosas, tiene una maestría hecha. Allí emerge la figura de Javier Milei, un personaje surgido de la esfera mediática y construido por un puñado importante de doctores Frankenstein. Ahora bien, ante la competitividad electoral mostrada por el hasta meses ninguneado candidato, las alertas siguen sonando y la preocupación reinando.

El plan motosierra no cierra desde ningún lado sin una feroz represión, viejas y rancias recetas que pretenden venderse como nuevas e innovadoras atraviesan los oídos de quienes se aferran a una esperanza tan deshilachada como raquítica. Si hay algo que ha quedado en claro en más de una oportunidad, es que la única manera de poder transformar la realidad de las mayorías, es con mayor y mejor democracia, ajustando las herramientas que parten desde el estado y no cercenando las mismas.

Desde el país hermano alertan sobre lo que podría significar la figura de Javier Milei como primen mandatario de la Argentina tomando como referencia la gestión de Jair Bolsonaro. En Brasil bajo la presidencia del controvertido exmilitar, el gigante sudamericano experimentó un retroceso en el ranking de las mayores economías del mundo, aumento del ritmo inflacionario, mayor pobreza, desigualdad sostenida y aumento considerable de la deforestación del Amazonas.

Tomando como referencia lo antes mencionado y el escenario de balotaje que encuentra a dos modelos de país antagonistas, Conclusión dialogo con Celso Sánchez, biólogo, profesor y coordinador del Grupo de Estudios en Educación Ambiental GEASur de Brasil quién definió al candidato de la Libertad Avanza de una manera categórica.Javier Milei es un riesgo para el mundo, no solo para Latinoamérica. Representa lo que yo nombro el monomundo, es el gerente, el representante corporificado, la carne de la monocultura de la mente, de las ideas, de la monocultura de la soja, de la monocultura del eucalipto, de la monocultura de la minería. Milei es un disfraz, es una carabela disfrazada de gente, un muñeco, un fantoche del imperio, de los grandes poderosos, del gran capital internacional, del capital sin fase, sin rostro, sin raíces, sin alma”.

Celso Sánchez no dudo en referenciar a la figura de Javier Milei como un riesgo a la humanidad por proponer el ultra neoliberalismo como una salida económica. “La idea de buscar imponer un Estado mínimo, un Estado sin Estado, sin ley, es una verdadera aberración. Hemos luchado mucho en esta parte del continente durante generaciones para tener acceso a garantías mínimas, de derechos mínimos, para que un trasnochado pretenda arrancarlos de raíz. Este personaje viene acompañado de un discurso que es un riesgo gigante, y que ya tuvo sus impactos en Brasil, sobre todo en Minas Gerais, donde está la Valle del Río Dulce. Allí Romeu Zema que es de un partido político denominado Novo, y que de nuevo no tiene nada, representa los mismos intereses que Javier Milei. Es el partido de la casa grande, de los hacendados, de los terratenientes, de los que manejan la tierra y por ende la producción y el capital. Por ello no hay dudad que Milei representa el disfraz de los terratenientes, y por ello pretende destruir los retos centrales del Estado”.

Una clara apertura para que discursos negacionistas y antiderechos, se impongan nuevamente en el imaginario social, pero en esta oportunidad, bajo el cobijo de la legalidad electoral. “Aquí en Brasil se lee claramente como una apertura para que discursos, personajes, subjetividades e incluso cuerpos, invadan Argentina. Por eso no deben sorprenderse que Jair Bolsonaro esté diciendo a la gente de mi país que se afinque en la Argentina en caso de que Milei sea presidente. Steve Bannon y otros tipos nefastos, criminales, genocidas de nuestra América ya están hablando, sosteniendo que van a ir a Argentina. Pretenden hacer de la misma una oficina de gente insana, despropositada, para luego desplegar esta preocupante realidad en toda Latinoamérica. Entonces, en este momento, nosotros acá en Brasil, más precisamente Rio de Janeiro, desde GEASur que es nuestro grupo de investigación, estamos muy preocupados y por ello vamos a realizar todo lo que sea posible para que este personaje no llegue al poder”.

La comparación con Jair Bolsonaro es recurrente, al igual que la concreta preocupación por los derechos conquistados que nuevamente fueron puestos en discusión en lo que debería ser un debate ya perimido. “En definitiva, lo que lo que queríamos decirles a ustedes, es que estamos muy asombrados, que creemos mucho en el pueblo argentino y su hermosa gente, en sus orígenes indígenas y afro, lo que representa la cultura argentina desde el folclore, desde la samba, las chacareras, de esta Argentina profunda, de la gente que sobrevive con la naturaleza y no contra la naturaleza. Gente que nos enseña el azul del cielo, la hermosura de los campos, la sabiduría del hombre de la tierra. Esta Argentina profunda está muy amenazada con lo que representa la monocultura de la mente, la monocultura de las ideas de Milei. Este tipo que es un representante de lo peor que hay de nuestra historia de colonización, es la mente y el cuerpo del colonizado que se piensa a partir de su propio ombligo, como su propio reto individual totalmente descolectivizado, totalmente deshumanizado, totalmente desplegado a la realidad de nuestra gente que es una realidad comunitaria, una realidad colectiva, una realidad del quehacer colectivo, del quehacer comunitario y solidario”.

El biólogo y militante socioambiental no duda en ningún momento en definir como “tremendamente peligroso” la consolidación de la imagen de Javier Milei tomando siempre como punto de partida para su análisis, la presidencia de Jair Bolsonaro en su país. “Bolsonaro empujó a que Brasil viviera una desindustrialización histórica, nunca hubo tanta desindustrialización en Brasil como cuando estuvo Bolsonaro. Todo el esfuerzo, toda la inversión, toda la mirada política, monolítica, monosistémica del monomundo de este personaje, estuvo siempre puesta al servicio del agronegocio. Si bien para algunos eso puede significar una fortaleza económica, no significa otra cosa que una flaqueza política, una discapacidad completa de negociación con sectores industriales de Brasil, y Jair Bolsonaro fue siempre muy flaco, muy débil tratando con distintos sectores, cediendo totalmente con mucha facilidad a los lobbies internacionales del agronegocio de exportación. Entonces Brasil se desindustrializó. Javier Milei es un tipo que ya ha demostrado una total incapacidad de manejar políticamente distintos grupos y amenaza los sectores industriales de Argentina. Milei habla de dolarizar la economía, es algo que nos sorprende, ya que significaría un riesgo gigante y garantizaría el aumento de la desigualdad social en Argentina. A esto habría que sumarle un aumento incluso de las migraciones regionales, un aumento de la población periférica en la región de Buenos Aires, ya que seguramente la gente va a tener dificultad para continuar con su vida en el campo. Una economía dolarizada y desindustrializada, generaría un shock de desempleo. Entonces, en términos económicos, es un riesgo gigante tener a Javier Milei como presidente».

El eje ambiental es sin duda alguna otro punto de preocupación, no solo a nivel local y regional, sino mundial. Javier Milei niega el cambio climático e incluso, no tuvo prurito alguno a la hora de sostener que las empresas son dueñas de contaminar los cursos de agua que deseen. “En este momento donde el mundo necesita absorber lo más pronto posible la temática ambiental por cuenta del cambio climático, por cuenta del desafío que es organizar la vida delante de la situación ya de cambio climático real, viene un tipo que va a incrementar una visión del mundo donde la defensa del medio ambiente es algo secundario. Entonces, esta persona está en contramano de la historia. Mientras Argentina podría encontrarse en este momento liderando un proceso de cambio estructural e implementando sus cuestiones, su defensa ambiental como eje fundamental desde una perspectiva de desarrollo, viene una mirada retrógrada en torno a las cuestiones ambientales y totalmente antiecológica. Este discurso antiecológico fortalecido por una visión obtusa de la vida, es un riesgo gigantesco para este momento estratégico del mundo, donde incluso, Argentina podría significar una esperanza para el mundo, ejerciendo una lideranza en el debate de la defensa ambiental a nivel global”.

El biólogo brasileño Celso Sánchez, socializa con Conclusión su preocupación en cada palabra analítica que se desprende de su humanidad. “Javier Milei representa un riesgo gigantesco tanto para la cuestión ambiental, como para la educación, mientras que el mundo camina hacia el fortalecimiento de la educación pública y su acceso universal a la misma en todos sus niveles, este tipo propone su privatización. Esto es algo totalmente inaceptable, es algo que nos sorprende y preocupa muchísimo, ya que lo hemos vivimos acá con Jair Bolsonaro, el atraso que padecimos los últimos cuatro años de su gobierno fue gigantesco. No se puede retroceder en lo económico ni en materia de derechos conquistados. Son ejes sumamente importantes, el retroceso que tuvimos con Jair Bolsonaro en términos de derechos humanos, justicia social y democracia nos dejó una herida histórica. Fueron cuatro años donde apagaron la memoria, y sin memoria no hay justicia, no hay verdad ni reparación, Bolsonaro intentó reescribir la historia. Por todo lo antes mencionado tengo mucho temor que Javier Milei quiera reescribir la historia de Argentina apagando memorias, como por ejemplo la de su criminal dictadura. Debemos proyectar un futuro donde el negacionismo no tenga cabida, ya que se trata de un riesgo para la memoria de nuestro continente, para la historia del mismo, porque se intenta reescribirla desde sus falsas verdades, sus mentiras, sus planteamientos oportunistas, individualistas y extremadamente violentos”.