Por Mempo Giardinelli – Página 12

Toda intolerancia es repugnante, sea de militantes o de contentos.

Y una reflexión sobre la escandalosa muerte de varios chicos en una “fiesta” infame en Costa Salguero. Que puede llegar a ser, y acaso será, el Cromañón del macrismo.

Esos repudiables “eventos” drogaestimulantes, que se repiten en boliches o en privado, son una peste que crece sin freno: en la Capital, en el conurbano, en todo el país e incluso en los pueblos más pequeños del territorio nacional pululan tugurios como Costa Salguero. Es pavoroso que desde la destitución de Aníbal Ibarra nada parece haber cambiado. Las tolerancias cómplices del gobierno porteño, antes con Macri y ahora con Rodríguez Larreta, permiten hoy decenas de Cromañones en potencia. Y si ninguna persona decente cree los cuentos que circulan después de las tragedias es porque la coima es regla.

Es un hecho que en la Argentina el consumo de drogas crece irrefrenable, guste o no, se acepte o no. Negarlo es necio. Por eso la sociedad debería saber, ser consciente, de que las verdaderas soluciones a este drama de nuestro tiempo debieran basarse en políticas públicas de información, educación, prevención, asistencia y sobre todo en decencia. Todo eso que no distingue a nuestros gobiernos, cuyos inspectores hacen la vista gorda y coimean, mientras los mentimedios que formatean las cabezas de medio país fingen escandalizarse por un par de días y enseguida cambian de tema.