Por Alejandro Maidana
Los periodistas de Antimafia Duemila en Italia, tienen una ligazón con el crimen organizado por una razón coyuntural, ya que han nacido y crecido oyendo sobre las mafias. El concepto mafioso se encuentra de alguna forma enquistado en su genética, tanto de la mafia como de la antimafia, ya que quien vive en Sicilia tiene inexorablemente en su sangre algún componente mafioso. Quiénes nos encontramos en el continente americano, y desde que la mafia decidió cruzar el Atlántico, se pudo avizorar como el crimen, el asesinato con sello mafioso comenzaría a pulular y expandirse.
El hombre moderno, la sociedad moderna, entienden perfectamente que mafia es crimen organizado, delito y violencia. Pero el concepto mafioso es mucho más sutil, y claramente no le resta brutalidad, entendiendo que la cultura mafiosa es una cultura de convivencia criminal con la sociedad. No solamente la criminalidad entre los integrantes de los clanes mafiosos, sino el grupo mafioso en convivencia con la sociedad moderna.
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La mafia es una cultura de vida, de convivencia, y en la actualidad una cultura política y económica. No pasa por organizarse para robar un banco, o perpetrar algún tipo de los denominados delitos comunes, incluso lejos está la mafia de manifestarse en grafitis o en el algún piquete para solicitar el derecho constitucional al acceso a la tierra, ya que el secretario de gobierno de la municipalidad de Rosario Gustavo Zignago las definió como actitudes mafiosas. Bajarle el precio a la problemática que atraviesa a la ciudad y la región, sin duda alguna representa un acto de irresponsabilidad supina que busca entre otras cosas, criminalizar a los sectores populares, para no profundizar sobre el libre accionar de los delincuentes de cuello blanco.
La historia de la mafia tiene casi 200 años, pero para poder comprender el concepto mafioso del 2022, primero deberíamos terminar con el romanticismo impuesto por algunas películas como por ejemplo El Padrino o Los Sopranos. «Lejos está esa puesta en escena cinematográfica de la realidad, tanto es así, que estando en Palermo días atrás, me encuentro en un bar con turistas portorriqueños y habiendo entablado una dialogo circunstancial, la primera pregunta que me hacen habiéndose enterado que yo era periodista, es ¿existe la mafia acá, porque estamos en Palermo y no la vemos? La respuesta fue concreta, la mafia tiene tanta capacidad de infiltración y de mimetización con la sociedad, que genera este tipo de apreciación. Este no es un hecho menor, ya que representa y significa que la infiltración en los sectores de poder político y económico, en la comunicación y en la sociedad es magistral. Las personas solo se quedan con la imagen de los decomisos de grandes cargas de droga, pero no repara en la capacidad que tiene la organización mafiosa para poder instalarse y ramificarse», sostuvo el director de Antimafia Dos Mil en América Latina Jean Georges Almendras, quién brindó su imprescindible punto de vista sobre la asfixiante realidad que atraviesa Rosario.
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Lo que ha generado la mafia como herramienta adaptada al siglo XXI, es la destacada capacidad para adentrarse en el sistema político. Sobre esto, Jean Georges Almendras deslizó una definición que grafica el espinoso espiral de violencia letal que atraviesa la ciudad. “Quizás sea muy ambicioso en lo que voy a sostener, pero considero que Rosario dramáticamente se ha convertido en la Palermo de los años 70, 80 y 90. La lógica mafiosa que atraviesa la ciudad es comparable con aquellas décadas de sangre y luto que pusieron casi de rodillas a la sociedad italiana. Es preciso aclarar que existen particularidades, ya en Italia existen cuatro grupos mafiosos (Cosa Nostra, La Camorra, ‘Ndrangheta y la Sacra Corona Unita), cuando intento tejer el paralelismo con Rosario, lo hago con los efectos de que se pueda comprender el sentimiento de terrorismo que se instala en las calles, situación comparable a lo sucedido en algunas ciudades de Italia en los años 60, 70, 80 y 90″.
En Santa Fe, pero con principal anclaje en la ciudad de Rosario, el aparato de seguridad, más precisamente el policial, es dueño y señor de la corrupción, de esta manera la definió Almendras, quién durante décadas fue palabra mayor en el periodismo policial de Uruguay. “La institución policial es quién se encarga de consolidar y propagar la lógica mafiosa, a diferencia de Italia que oficia de elemento complementario, ya que la política es el cerebro instalado en las instituciones parlamentarias que forman parte del juego democrático. Allí es donde a través de la manipulación y creación de ciertas leyes, o de reformas judiciales, lo único que se persigue es beneficiar a la lógica mafiosa. Rosario tiene esta característica, la policía está prácticamente dominando la corrupción, a través de esta institución la mafia se abraza a los distintos grupos que hoy dirimen territorio y diferencia a fuerza de plomo. No es azaroso que de manera sistemática se cambien ministros de seguridad y jefes de policía, la realidad es que en lo se vende como la lucha contra narcocriminalidad, no significa otra cosa que la continuidad de un problema sumamente preocupante, y esto tiene su respuesta en las fuerzas de seguridad corruptas y garantes de la operatividad criminal».
Otro de los componentes que hace que la ciudad de Rosario se haya convertido en la Palermo dinamitada por las mafias, y a pesar de la existencia de un común denominador como en Colombia, México, Paraguay e Italia, el sistema mafioso se desarrolla, crece, evoluciona y se infiltra gracias a la anuencia del estado. “En América Latina el caldo de cultivo para la expansión mafioso es muy tangible, los jóvenes que se encuentran atravesando un cuadro notable de vulnerabilidad social, sin estímulo educativo, afectivo ni familiar, impulsa de sobremanera a que los mismos decidan integrar los grupos mafiosos. Por ello debemos comprender que el sistema mafioso criminal hace uso y abuso de todas las personas vulnerables que van quedando al costado del camino. Otro dato no menor para seguir tejiendo un paralelismo con Italia, es que quiénes habitan en Sudamérica le tienen miedo a la policía, cosa que no sucede en el país europeo. Esto encuentra su correlato con el juego que le ha sabido hacer el uniforme a las dictaduras y a la feroz corrupción que lo atraviesa, difícilmente se pueda torcer esta realidad por mas que cambien como figuritas a los jefes policiales y ministros. Todos los criterios de conducción democrática sana y honesta se han debilitado, y esto es muy peligroso».
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La organización mafiosa ‘Ndrangheta como ariete para comprender el narcotráfico internacional y a gran escala. Los puertos, la figura de Rocco Morabito y un modus operandi que demuestra la contundente penetración que tiene La ‘Onorata Società’, como se conoce entre sus afiliados. “Esta organización es antiquísima y es la que se encarga del traslado de los cargamentos de cocaína que zarpan de América Latina hacia el viejo continente, siendo referencia máxima de la transnacionalidad criminal. Rocco Morbito no fue un elemento aislado que se instaló en Brasil poco antes del 2000 para luego pasar a Uruguay aparentemente como un empresario muy prospero con el nombre apócrifo de Francesco Capeleto. Como dato, un íntimo amigo me comentó que le había presentado a Morabito en Punta del Este, alguien que para el entorno era un hombre de negocios intachable. Desde Antimafia Dos Mil venimos indicando que la ‘Ndrangheta se encuentra operando hace dos décadas en América Latina, desde que el señor Rocco Morabito ingresa clandestinamente a Brasil para agruparse con elementos del crimen e instalar a su grupo. Se trata de familias, y allí la ligazón de Macri con la mafia calabresa que mencionamos ¿Qué es Mauricio Macri? ¿Un empresario que se manejó siempre dentro de los cánones honestos? No, en absoluto, es un empresario que llegó a la Casa Rosado con un número de causas muy abultado. Sobre lo que significó dentro del sistema económico, político y financiero y criminal, son muy explícito al igual que sus vínculos, por ejemplo, el que mantiene con el prófugo de la justicia Pepín Rodríguez Simón, estandarte de la corrupción que atraviesa el poder judicial. Mauricio Macri no representa ningún misterio, su apellido está ligado a la mafia, y si hay algo que ha quedado claro con su desenvolvimiento, es que lejos está de ser la oveja blanca de la familia.
