Por Hugo March

“No me inviten a una marcha en contra de la guerra, invítenme a una a favor de la paz, y seré la primera”, dijo Teresa de Calcuta cuando la invitaron a una manifestación contraria a la guerra de Vietnam.

Y según mi forma de ver (que me costó años elaborar) es una manera interesante de mirar diferente algo que a primera vista parece una perogrullada, como no ir a una reunión donde sólo se expresan ideas en contra de algo que se considera negativo.

Porque ahora comprendo que la mejor manera de construir es mirando hacia delante, sin continuar repitiendo los mismos errores buscando resultados diferentes, siempre con la esperanza de cambiar las cosas pero sin sólo posicionarse en forma antagónica a lo que se pretende modificar.

El tiempo va transcurriendo, los hechos se van sucediendo a favor o en contra de nuestras expectativas, y la historia colectiva continúa elaborándose, pero todo en el fondo depende en gran parte del granito de arena que cada uno de nosotros puede sumar en sus acciones cotidianas.

¿Qué significa ser “Anti”?, porque estar en contra de una idea, de un objeto o situación es humano y natural, pero ser Anti, por ejemplo Anti Drogas, Anti Corrupción, Anti K, Anti Cambiemos, etc. etc. ¿Qué es? Pues si se trata solamente de obstaculizar algún suceso, proceso, idea, trabajo o lo que fuere, no tiene en sí mismo ninguna significación.

Con la misma idea fuerza es mucho más productivo construir un movimiento “A favor de” aquello en lo que creemos y consideramos adecuado para el bien común, y enfocar nuestros esfuerzos para convocar a quienes piensan en forma similar. Juntos podremos construir la masa crítica necesaria para poner en movimiento un proceso evolutivo lo suficientemente fuerte y coherente para con el tiempo y mucho esfuerzo modificar la realidad.

Hoy los procesos pasan por otros carriles, donde con nuestro aporte personal y sin hacer ninguna alharaca podamos ser mucho más eficientes y efectivos que gritando “que se vayan todos”, porque ya lo hicimos, y los que se fueron están de vuelta.

Un ejemplo actual concreto, civil y ciudadano del cuidado de nuestros derechos, mantenimiento de los avances logrados y solidaridad con los demás, podemos encontrarlo en nuestra contribución como ciudadanos al “Descanso dominical obligatorio”, obtenido en nuestra provincia mediante el tesón y la claridad de un gremio que se puso de pié a favor de algo tan elemental y natural como la vida misma: El derecho bíblico a descansar un día a la semana, y dedicar ese día por completo a nuestros seres queridos.

Lo mejor y más constructivo que podemos hacer frente a la omnipotencia de los poderosos y la corrupción de aquellos que tendrían que defendernos, es colaborar con nuestra conducta y los domingos no salir de compras, demostrarles que con esa sola acción podemos lograr que descubran en sus bolsillos el sinsentido de pretender imponer sus ideas y continuar esclavizándonos atrás del consumo innecesario.

Los movimientos anti siempre terminan potenciando aquello a lo que se oponen, y generalmente producen los mismos resultados que los obtenidos por métodos violentos, pues lo primero que generan es el germen de la contra idea, y de esta manera el círculo no tiene fin y el control lo siguen teniendo los mismos sectores de poder.

El mundo lo hacen las personas que construyen con su esfuerzo, las que viven de acuerdo a sus principios y saben lo que quieren. Los que solamente opinan en forma opositora terminan siendo funcionales a aquello a lo que se manifiestan “anti”.

Seamos positivos, estemos a favor de aquello en lo que fervientemente creemos y acompañemos el pensamiento con la acción, para que la vida no termine siendo como pregonaba Lennon: “Lo que sucede mientras nosotros estamos haciendo otra cosa”.

Dr. Hugo March
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