La dueña de una clínica veterinaria y su empleada vivieron momentos de tesión cuando en el patio de la propiedad apareció un sujeto encapuchado y armado. Si bien aún no se logró determinar si el objetivo era la casa o venía escapando de algún otro lado, en medio del forcejeo una de ellas resultó herida.

Como todos los días al mediodía, María de los Ángeles se dirigió al fondo de su casa en Rueda al 900 casa para avisarle a su empleada que podía retirarse cuando se encontró con la mujer asustada y con un corte en el brazo.

En ese momento, según contó la joven a Conclusión, su empleada abrió la puerta y se encontró con un hombre encapuchado que al forcejear para que no logre entrar a la casa, le hizo un corte en el brazo. «Cuando la vi estaba ensangrantada y me dijo que había un hombre en el patio. Así que agarré las perras y salimos corriendo a la calle. Justo cuando salimos había estacionado un camión de Gendarmería y a los gritos los llamamos», relató la dueña de la veterinaria.

Al rato, oficiales de dicha fuerza entraron al local y salieron a buscar al delincuente que, alcanzó a agarrar algo de dinero que había en el fondo de la vivienda y escaparse nuevamente por los techos.

Si bien aún no se sabe si la intención del sujeto era robar la casa o se escapaba de algún otro hecho, la joven pudo determinar que el hombre estaba armado y buscaba resguardar su identidad con el uso de un pasamontañas.

«Es una zona muy segura, hace cinco años que tengo la clínica -veterinaria- acá y nunca pasó nada. Creemos que que fue al boleo, pero nos alarma la facilidad con la que trepó los techos porque es realmente muy difícil», señaló.

El comercio se encuentra ubicado en Rueda al 900, justo enfrente de la sede de Gendarmería, por lo que, el accionar de Gendarmería y la asistencia fue automática, aunque sin suerte, porque logró darse a la fuga.