Por Alejandra Ojeda Garnero

El aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional el 20 de marzo, para prevenir la propagación de la pandemia del coronavirus obligó a las fuerzas de seguridad a salir a las calles a controlar el cumplimiento del decreto firmado por el presidente Alberto Fernández. En Rosario se creó la Unidad Especial para controlar delitos relacionados con el Covid-19, la cual hasta el momento registra un total de 6241 causas con personas imputadas por violar la cuarentena sin justificación, mientras que la Unidad Regional II, intervino a través de los distintos dispositivos de control en 18.871 casos y realizó 9.491 aprehensiones. El secuestro de vehículos ascendió a un total de 2.271, según datos oficiales. En un cálculo simple, se puede deducir que 3.250 causas fueron desestimadas por la Fiscalía por no considerarlas delito, por ende esas personas permanecieron más de diez horas en una comisaría, sometidas a averiguación de antecedentes y con el temor de que se inicie una causa penal en su contra por una simple falta administrativa, en muchos casos o por salir a hacer una compra cerca de su casa, y sobre todo sin haber cometido delito, según las innumerables denuncias que llegaron a Conclusión.

En este sentido, en el marco de los controles, dispuestos en distintos puntos de la ciudad, la policía de la provincia de Santa Fe, mostró el accionar discrecional de algunos efectivos de las fuerzas de seguridad, desplegando la violencia institucional, presente en esta provincia desde hace largos años, con detenciones arbitrarias, apremios ilegales y abuso de autoridad. Por otra parte, salió a la luz la falta de calidad y recursos humanos y de estructura para llevar adelante la tarea de control. Los detenidos fueron llevados en muchos casos a bordo de colectivos, todos amontonados, sin ninguna protección como barbijos, que los propios efectivos también carecían, con lo cual la prevención pretendida, se vio lisa y llanamente vulnerada por quienes debían resguardarla. Tema aparte es la falta de personal médico para la constatación de posibles lesiones de los aprehendidos, antes de otorgarle la libertad. Una sola médica forense para revisar a todos los detenidos de la zona norte de la ciudad hasta San Lorenzo, lo cual implica una demora en la liberación de los aprehendidos.

Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh), Mario López manifestó que «a partir del día 23 de marzo, recibimos de la ciudad y de ciudades cercanas, entre tres y cinco pedidos de ayuda por día». Los motivos de esos llamados tuvieron un denominador común y fue la violencia institucional. Los barrios periféricos y las zonas vulnerables, donde la justicia social no existe y en la mayoría de los casos el Estado no llega, salvo para hacer uso de su fuerza represiva, se detectaron la mayoría de los casos de violación de derechos, abuso de autoridad, detenciones arbitrarias y apremios ilegales desde el inicio de la cuarentena, incluidos componentes de discriminación racial y de género.

«La mayoría de los hechos que registramos se sucedieron en el corredor Alberdi hacia el oeste, 27 de febrero hacia el sur a lo largo de su extensión, y después de Avellaneda hacia el oeste. Sectores caracterizados por dificultades en el acceso a los derechos, salud, comunicación y transporte», especificó López.

La irrupción de las fuerzas policiales en los barrios de la periferia de Rosario es habitual durante la cuarentena, y si para muestra vasta un botón, en este caso son varios los botones, «el 23 de marzo tuvimos el registro de una persona que nos comunica que ingresaron a su casa, y detuvieron a varios miembros de la familia acusándolos de incumplimiento de la cuarentena y resistencia a la autoridad y portación de armas, fueron trasladados a la comisaria 15ª; en el barrio qom de Rouillón y Bv. Seguí hemos recibido muchos hechos de malos tratos, amenazas y detenciones arbitrarias, con el elemento racial hacia pueblos originarios; en la zona céntrica hemos registrado detenciones arbitrarias sin justificación hacia trabajadores informales, básicamente hacia quienes se dedican al cartoneo», detalló López.

La información detallada por López es acompañada por imágenes contundentes y muy gráficas de la situación que se vive en los barrios. Donde se observan «las constantes de los distintos hechos, exacerbación de racismo, misoginia, aporofobia por parte de los agentes uniformados».

No son hechos aislados y en consecuencia se iniciarán acciones legales «por los delitos de abuso de autoridad, apremios ilegales, detenciones arbitrarias, malos tratos, golpes y amenazas con los elementos también de racismo contra los pueblos originarios y de género», en una lisa y llana vulneración de derechos, todo encuadrado dentro de la violencia institucional.

Los ejemplos abundan: 

Un trabajador tuvo una pésima experiencia con la policía, ya que el joven tenía un problema en su lugar de trabajo y se dirigió al sindicato que lo representa para su asesoramiento. En el gremio le redactaron un telegrama para que lo envíe desde la sucursal de correo más cercana a su casa. En el trayecto de su casa al correo para emitir el telegrama laboral se topó con un operativo policial y lo detuvieron de muy mala manera, le sacaron el celular. No estaba incumpliendo la ley, solo se movilizó por una cuestión de fuerza mayor vinculada a su trabajo. Lo retuvieron en una comisaría desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde en calidad de detenido. Luego lo mandaron a su casa, en una especie de prisión domiciliaria, pero antes le advirtieron que enviarían a un policía dentro de las 48 horas y luego iba a ser citado por la justicia por violar los decretos dictados por el Gobierno nacional para evitar la propagación de una pandemia.

Un joven que se dirigía a su trabajo, que queda a cinco cuadras de su casa, vivió una situación violenta frente a los controles policiales. Si bien el trabajador no contaba con el permiso de circulación, porque aún el sistema no lo había expedido, la escasa distancia hacia su lugar de trabajo lo animó a cumplir con la exigencia patronal. Cabe señalar que se dirigía con otro compañero de trabajo, en su auto, quien contaba con el permiso de circulación con la patente del joven en cuestión. Luego descubrió que su permiso de circulación no fue expedido porque tiene un DNI que si bien está vigente, no cuenta con el número de trámite que solicita el formulario al ingresar los datos.

Ante la situación, se comunican con su empleador, los revisan a los tres y le secuestran el auto. Pero sólo se llevan detenido a la comisaría 10ª al joven que tenía su permiso de circulación en trámite. En la dependencia constataron que no cuenta con antecedentes penales.  El empleador se presenta en la comisaría junto a un abogado, para explicar que era su responsabilidad porque le había insistido al joven para que fuera a trabajar aunque no le había llegado el permiso de circulación. A pesar de iniciar los trámites burocráticos en la comisaría alrededor de las 11 de la mañana, con la intervención de la oficina de Derechos Humanos, lograron que recién a las seis de la tarde lo liberaban. Su caso quedó a consideración de la Fiscalía encargada de controlar los delitos relacionados con el Covid-19.

En otro caso similar, un hombre de 52 años fue detenido a dos cuadras de su casa cuando volvía de la ferretería, en un total acto desmedido fue retenido durante más de diez horas en la comisaría junto a otras personas, incluida una mujer embarazada. También le secuestraron el auto y le prohibieron hablar por teléfono para avisarle a su familia.

En los procedimientos, se observan tres irregularidades, el sistema no funciona con otros DNI que se encuentran vigentes (solicita un número de trámite que solo posee el plástico), en los controles están realizando detenciones de personas que están en el radio de su domicilio, y los autos secuestrados no se sabe donde los llevan.

En la comisaría 10ª, tristemente conocida por ser el lugar donde murió la bibliotecaria María de los Ángeles Paris, se dio otro hecho llamativo. Ingresó un joven, detenido, al que alojaron en una celda y que ante la pregunta de los presentes sobre qué le había pasado, bajando la mirada hacia el piso dijo «me caí de la bicicleta». La respuesta no convenció, ya que estaba con la nariz que aparentaba estar fisurada y muy ensangrentado.

Los casos no terminan, desde la fundación «El sol sale para todos» repudiaron la actitud de los efectivos policiales en los barrios periféricos de la ciudad.

Desde la fundación el sol sale para todos repudiamos el abuso de autoridad que se está viviendo en los barrios policías que nos identifican que aparecen de golpe con sus patrulleros golpeando y sin siquiera llevar ellos las medidas de seguridad contra la pandemia. #rosario #derechoshumanos .
Esto sucedió esta noche en la puerta de nuestra fundación con uno de nuestros vecinos fue una escena que duró más de 10 minutos donde los policías no se identificaron. No es para nada agradable presenciar cómo se le pega a un vecino estando esposado mientras está teniendo un ataque de pánico, expresaron en su perfil de Instagram.

https://www.instagram.com/p/B_ZMYXjgSZ8/?igshid=ucvcrsiai2rc

Otros videos muestran las realidades de los barrios de la ciudad:

El maltrato del efectivo policial hacia dos menores de edad en un claro acto de abuso de autoridad.

La irrupción de la policía en un barrio de la ciudad donde es detenida una mujer y ante el reclamo de los vecinos los uniformados disparan a mansalva.

Otro caso: Evelyn

Este hecho ocurrió hace dos semanas aproximadamente, en barrio Ludueña cuando unos chicos estaban sentados en la puerta fumando un cigarrillo y una vecina intervino al ver que «la policía le pegaba a una chica con un bebé en brazos, la estamparon contra una ventana, le pegaron a una nena menor de edad».

La mujer denunció que «uno de los policías que trabaja en la comisaría 12ª se da vuelta y me apunta con la escopeta, y me dispara en la espalda, fueron tres tiros, después le apoyaron la escopeta en el pecho a mi marido». Uno de los jefes del operativo se presentó sin barbijos, y sin ninguna protección me dice que si quiero hacer la denuncia que vaya a la 12 que ellos me van a seguir educando», aseguró la joven en diálogo con Conclusión.

Además de herirla en la pierna y espalda, la mujer denunció que dispararon contra su casa provocando además daños materiales. Le pegaron a la madre del otro joven detenido, ingresaron a la casa sin una orden judicial y nunca le permitieron al joven a mostrar el DNI para demostrar que estaba en la puerta de su casa. Lo tiraron al piso, le pegaron y cuando la madre sale en su defensa, también fue agredida. Un total de 17 móviles por un chico que estaba fumando en la puerta de su casa.

Este hecho no quedó allí, fue denunciado a la División Judiciales de la Policía de Santa Fe.

Las imágenes muestran los disparos que recibió Evelyn en distintas partes de su cuerpo, las heridas fueron constatadas por el médico forense de la División Judiciales.

 

Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos advierten los alcances del decreto presidencia:

PROTOCOLO DEL AISLAMIENTO SOCIAL PREVENTIVO Y OBLIGATORIO

1. En primer lugar debe quedar claro que NO ESTAMOS EN ESTADO DE SITIO, es decir que continúan vigentes las garantías constitucionales.
2. ¿Qué significa aislamiento social preventivo y obligatorio?
Por disposición del Presidente de Nación mediante el decreto Nº 297/2020, se dispuso que todos los habitantes de la Argentina deben permanecer en la llamada “cuarentena” obligatoria, es decir deben quedarse en sus casas saliendo solamente y a lugares cercanos para comprar alimentos, medicamentos y elementos de higiene.
Te recomendamos que si tenés la posibilidad TE QUEDES EN TU CASA.
3. Recaudos a tener en cuenta:
Frente a estas nuevas medidas de seguridad, sugerimos tomar los siguientes:
• Durante la vigencia del “aislamiento social, preventivo y obligatorio” no podrán realizarse eventos culturales, recreativos, deportivos, religiosos, ni de ninguna otra índole que impliquen la concurrencia de personas.
• En cualquier caso que debamos salir a la calle, incluso para pasear al perro, llevar el DNI.
• En caso de estar exceptuados del aislamiento por razones laborales, llevar un certificado o constancia que indique lugar de trabajo, actividad, día y horario (cada empleador debe proveerlo).
• Para concurrir a asistir personas mayores o enfermas, llevar copia de su
DNI y la declaración jurada que puede rellenarse a mano (Se acompaña copia de la misma).
• Si tenés que salir para comprar alimentos o medicamentos, hacelo en
comercios de proximidad al domicilio y elegir zonas con la menor circulación posible.
• En cualquiera de los casos, avisar a alguien que saliste y para qué, y luego avisar el regreso al domicilio.
4. ¿Qué facultades tienen las Fuerzas de seguridad y por qué?
Quienes salgan, se encontrarán con un mayor control por parte de la policía y las distintas fuerzas de seguridad. Las mismas pueden preguntarles las razones por las cuales se encuentran fuera de sus casas. Ante esta situación recomendamos: mantener la calma y responder de manera clara y tranquila el motivo de la salida exhibiendo la documentación que la justifique (nota de trabajo, DNI, declaración jurada, etc).
No nos expongamos a ninguna situación conflictiva innecesaria que habilite la reacción de la fuerza de seguridad. No les demos excusas para que nos lleven detenides.
5. ¿Qué ocurre si no puedo justificar estar en la calle?. ¿Cómo puede proceder la policía?
Si no podemos justificar nuestra salida, la policía debe actuar de la siguiente manera:
– En primer lugar, te pueden indicar que estas violando los artículos 205 y 239 del Código Penal.
– Te van a pedir datos para identificarte y si corresponde pueden ficharles, fotografiarles, constatar el domicilio. Pueden verificar que no tienen pedido de captura.
– Pueden trasladarte a tu casa para corroborar que vivís allí. También indicarte que pasarán en algún momento para comprobar que estas cumpliendo con la cuarentena.
– Lamentablemente pueden llevarte detenide. Ante la decisión de detención, sugerir ser escoltado/a al hogar donde estas realizando la cuarentena para evitar ser trasladade innecesariamente a comisarías. Ante la negativa de escoltarte a tu casa y la insistencia de llevarte detenide, no te resistas, ya que darías pie a una detención violenta, algo usual de las fuerzas de seguridad. En caso de estar sola/o; es importante dar aviso inmediato a algún familiar que te están llevando detenide y decirles a dónde.
– Es importante saber que por instrucciones del fiscal general de la provincia de Santa Fe, se fijó en 8 hs. el tiempo maximo de detención por incumplir la cuarentena.
– Tené en cuenta que incumpliendo la cuarenta innecesariamente no te cuidas y no cuidas a les demás. Además te pueden iniciar una causa penal.
– Si estuvieres circulando en algún vehículo, la policía puede retenerlo de manera preventiva por el tiempo que resulte necesario, por las mismas razones que te contamos antes.
– En caso de presenciar una detención de otra persona, seamos solidaries y con respeto preguntemos datos de la persona y a que comisaría se la llevan, para luego dar aviso a la defensoría pública o abogades de Derechos Humanos.
6. Ante una detención, ¿a quién podemos llamar?
Ante una detención, tener anotado nombre y apellido de la persona detenida, DNI, lugar donde fue detenida, hora de la detención y comisaría donde será trasladada. Luego de tener estos datos llamar a: Defensoría pública de turno: 341 5502007. A la cual le explicaran lo sucedido y le transmitirán la información.
7. Represión de fuerzas de seguridad:
Nadie está exento/a de sufrir abusos y/o represión ilegal de parte de las fuerzas de seguridad, y menos les jóvenes de barrios populares, donde la práctica represiva es sistemática. Lamentablemente es una práctica usual llevada adelante por las distintas fuerzas. Ante casos de abusos y/o represión policial podes radicar la denuncia comunicándote al: 0800-444-3583.