Tras una serie de allanamientos realizados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria este jueves, fueron detenidos tres referentes de la organización de ultraderecha Revolución Federal, entre ellos su líder, Jonathan Ezequiel Morel, en el marco de la causa en la que se investigan las amenazas y los mensajes violentos contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner difundidos en redes sociales por esa agrupación y en medio de las sospechas por los vínculos de esa agrupación con el intento de magnicidio. 

Las detenciones fueron ordenadas por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi quien lleva adelante la investigación en la que también fue aceptada como querellante la exmandataria. Brenda Uliarte, una de las detenidas por el intento de homicidio de la vicepresidenta, había asistido a al menos una marcha de Revolución Federal y, en virtud de ello, se evaluó que las dos causas se tramitaran juntas, pero finalmente la Cámara Federal decidió que siguieran en juzgados separados

Además de Morel, que fue apresado en su domicilio de la localidad de Munro, también fueron detenidos otros dos integrantes del espacio, Gastón Guerra en un domicilio en Moreno  y Leonardo Sosa en su casa de Villa Ballester.

Los vínculos entre Revolución Federal y el atentado contra la expresidenta

Cristina Fernández de Kirchner se presentó como querellante en la causa en que se investiga a Revolución Federal por las amenazas en su contra y sus representantes legales abonan a la teoría de que existe un vínculo entre esa organización y el intento de magnicidio del que fue víctima.

La causa instruida por Martínez de Giorgi e investiga el fiscal Gerardo Pollicita, cuenta con información aportada por el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, sobre manifestaciones realizadas en Twitter por dos miembros del grupo Revolución Federal que incluyeron amenazas de muerte contra la vicepresidenta, su hijo Máximo Kirchner y el jefe de Estado Alberto Fernández, como también incitaciones a cometer delitos.

Los audios aportados por la AFI fueron intercambiados durante una transmisión en vivo realizada el 26 de agosto de 2022 por la agrupación Revolución Federal en la  plataforma Twitter Space, que fue convocada bajo el título «¿Hay que pudrirla?». La conversación cuenta con la participación de dos integrantes de esa organización, Morel, de 23 años, y Franco Ezequiel Castelli, de 26 años.

En uno de esos audios se menciona la posibilidad de que alguien se infiltre entre los simpatizantes de la Vicepresidenta para hacerla «pasar a la historia», en referencia a la intención de llevar a cabo un atentado, algo que efectivamente se intentaría menos de una semana más tarde. «Hoy por ejemplo veía cómo Cristina saludaba a La Cámpora y a la militancia y decía, lástima que a mí ya me conocen la cara porque si no, ¿sabés cómo me infiltro ahí una semana y espero que baje?…»

La conexión con Caputo

De la investigación también surgió que Morel, su expareja y su socia en la carpintería que tiene en Boulogne, recibieron transferencias de dinero por unos 7 millones de pesos, entre diciembre de 2021 y agosto de 2022. Es dinero provino de dos fideicomisos de la empresa Caputo Hermanos, que pertenece a los hermanos de Luis «Toto» Caputo, exministro de Finanzas del gobierno Mauricio Macri, y primo de Nicolás Caputo, el «hermano de la vida» del expresidente.

Claudio Ubeira, abogado de Cristina, había reclamado que se investigue el financiamiento de Revolución Federal y consideró que los aportes a esa entidad realizados por la familia del exministro Caputo «no son una casualidad».

«Habría que tener algún grado de romanticismo para creer que la presencia de la familia Caputo es casualidad en los aportes que reciben estas personas. Habían arrancado con una transferencia de un millón setecientos mil pesos, y después hay otra de siete millones de pesos. Si hay alguna explicación, que la den», señaló Ubeira en declaraciones radiales.