La muerte de Diego Román, el nene de 12 años cuyo cuerpo fue encontrado destrozado el 4 de julio pasado en la localidad santafesina de Recreo, podría haberse producido por el ataque de una jauría de perros de confirmarse las pericias que orientan la investigación en ese sentido y no por puñaladas, como se había informado.

Un nuevo informe de autopsia, y el antecedente de un ataque similar en la misma zona de esa localidad situada unos 15 kilómetros al norte de la capital provincial, podría confirmar un giro fundamental en la investigación del escabroso caso.

El nuevo escenario podría derivar en la imputación del dueño del campo en el que fue encontrado el cuerpo del niño, en una causa por «homicidio culposo».

Luego de estar más de 24 horas desaparecido, el cuerpo del chico fue hallado al norte de la zona rural de Recreo por entrenadores del club de fútbol en el que jugaba.


En su momento, el jefe de medicina legal del Poder Judicial santafesino, Pascual Pimpinella, indicó que el niño fue objeto de «distintas heridas combinadas y superpuestas», así como «muchas lesiones superficiales», algunas supuestamente hechas en vida, lo cual remitía a la idea de las torturas previas.

Doce días después del hallazgo, la fiscal Ana Laura Gioria, a cargo del caso, decidió convocar a expertos de Gendarmería Nacional en una nueva autopsia, en la que también participaron entomólogos, anatomopatólogos, odontólogos, bioquímicos y radiólogos.

El martes pasado, el ministro de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro, informó que había sido imputado el dueño del campo por las sospechas de que el chico fue atacado por perros del predio.

El Ministerio Público Fiscal salió a revertir la información brindada por el ministro al señalar que el dueño del campo, por el momento, no estaba detenido ni imputado.

No obstante se supo que la pericias indican que el ataque del niño no se habría empleado arma blancas y se trabaja sobre los ataques de perros que se habrían concretado con anterioridad en el mismo campo.