Una niña de cuatro años murió tras recibir un tiro en el pecho luego de una balacera en la que se efectuaron al menos 32 disparos en el Barrio 1.11.14 del Bajo Flores porteño. En el violento episodio, además, una joven de 19 años resultó herida en una pierna.

A raíz de crimen de la nena, sus familiares, amigos y vecinos realizaron una marcha en reclamo de justicia durante la tarde de este miércoles.

El hecho ocurrió alrededor de las 22 de la noche del martes, en el cruce de Bonorino y Calle 10 del mencionado barrio donde, según los testigos, desde un automóvil Renault 19 color gris se efectuaron varios disparos a ocasionales transeúntes.

Según las fuentes, fue personal de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) apostado en la zona quien emitió un alerta ante el ataque a balazos y le informó a la Policía de la Ciudad que el automóvil de los tiradores había huido en dirección al vecino Barrio Presidente Illia.

En paralelo, personal policial que se encontraba el Hospital Piñero reportó que al centro de salud ingresaron dos personas baleadas provenientes de la zona del ataque.

Según las fuentes, la primera fue una joven de 19 años con una herida de bala, con entrada y salida, en una de sus piernas y sin riesgo de vida. Pero también llegó una niña de 4 años, llamada Nayla, con un disparo en la región del tórax, que más tarde falleció por la gravedad de la herida.

Si bien al mismo hospital ingresó otra persona, mayor de edad, con una herida aparentemente de bala en la mano derecha, luego se estableció que provenía del Barrio Cildáñez y no guardaba relación con el hecho del Barrio 1.11.14, también conocido como Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli.

Nayla era la menor de cinco hermanos y sus padres encabezaban en la tarde de este miércoles una movilización en reclamo de justicia sobre avenida Perito Moreno, en inmediaciones del lugar en donde se produjo la balacera. En ese mismo sitio, la semana pasada también se habían realizado una movilización por mayor seguridad en la zona.

“Justicia por Nayla”, era la frase repetida en distintos carteles, acompañados de fotos de la niña.

La madre de la niña contó al canal de noticias Crónica TV que anoche sus “hijas estaban jugando con sus amiguitas, ellas siempre salen a jugar”, y en ese momento se fue “a conseguir plata para comprar las cosas de la escuela”. Al regresar, la mujer les dijo a sus hijas que entraran a su casa e instantes después “empezaron a los tiros como loco”.

En esas circunstancias advirtió que no estaba su hija menor Nayla, y al consultar le dijeron que estaba en la casa de una amiga.

“Cuando fue mi hermana a buscarla estaba mi hija tirada en el suelo, yo la agarro y me fui corriendo al hospital y se me murió mi hija en mis brazos”, relató la mujer quebrada en llanto.

“Lo único que quiero es justicia por mi hija”, pidió la mujer y luego exigió: “No manden gendarmes para nada, lo que queremos es gendarmes para que nos cuiden”.

En tanto, Osvaldo, padre de Nayla, señaló: “¿Entre bandas se enfrentan y tiene que salir perjudicado un niño? Yo quiero justicia para el que bajó, disparó y mató a mi hija”.

Las fuentes precisaron que, en el sitio de los disparos, los peritos recolectaron un total de 32 vainas servidas de calibre 9 milímetros.

En la causa interviene el fiscal Eduardo Cubría, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 22, quien calificó legalmente el hecho como “homicidio”.

La fiscalía dispuso, además, la intervención de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, para que tome las primeras declaraciones testimoniales en el hospital y en el lugar del ataque.