Una mujer policía, imputada en la causa que investiga la muerte de Carlos «Bocacha» Orellano, ocurrida en febrero de 2020 tras haber asisistido al boliche Ming River House, obtuvo una morigeración de la prisión preventiva y podrá esperar el juicio cumpliéndola en modalidad domiciliaria, con tobillera electrónica.

La defensa de Karina G., de 41, acusada de imcumplimiento de deberes de funcionario público, falsedad ideológica de instrumento público y homicidio simple con dolo eventual en carácter de coautora, solicitó la morigeracion para su pupila argumentando que la misma tiene un hijo menor de edad y un familiar discapacitado a su cargo. Por tal razón, y a pesar de la oposición del fiscal Patricio Saldutti, el juez Román Lanzón hizo lugar al cambio de modalidad, con la previa colocación de dispositivo de tobillera electrónica antes de ser trasladada al domicilio. Además, el magistrado dispuso la prohibición de salida del país y la entrega voluntaria de la Defensa de cualquier pasaporte que pueda poseer la imputada.

Karina G. fue imputada junto a su pareja, también policía. Ambos cumplían servicios adicionales ese 24 de febrero, para Ming River House, entre las 4.30 y las 5 de la mañana, cuando se desencadenó la secuencia que habría terminado con la vida de Orellano.  Además, hay otros dos imputados que se desempeñaban como guardias de seguridad privada.

El fiscal Saldutti les atribuyó haber ejercido violencia física contra Carlos Daniel Orellano, luego de que fuera retirado del boliche.  Todo habría sucedido dentro del complejo La Fluvial, en cercanías al muelle 3.

De acuerdo a la investigación, los imputados habrían rodeado y acorralado a la víctima contra la baranda del río Paraná y, aprovechándose de la superioridad física y numérica, lo golperon, determinando con su accionar que Carlos Orellano salte las barandas de protección del muelle y caiga a las aguas del río Paraná, circunstancias que le provocaron el fallecimiento. El cuerpo sin vida de la víctima, fue hallado dos días después, flotando a la altura del kilómetro 418, en cercanías al lugar del hecho imputado.

Tiempo después de la caída de Orellano al agua, la imputada habría dado aviso a la central de emergencias del 911 (a las 5.36) y a personal de Prefectura Naval Argentina (aproximadamente 5.30), pero omitiendo informar la verdad del mismo. Luego todos los imputados se retiraron del lugar, sin brindar colaboración con las tareas de rescate de la víctima, impidiendo con su accionar que el personal de Prefectura Naval que concurrió tras el llamado, pudiera llevar adelante de manera efectiva las primeras acciones de búsqueda y rescate.