La absolución dictada en primera instancia para los nueve acusados por la desaparición y muerte de Paula Perassi quedó firme parcialmente ya que los jueces condenaron al matrimonio Gabriel Strumia y Roxana Michl como autor y partícipe necesaria, respectivamente. La mujer sanlorencina desaparecida desde septiembre de 2011 cuando salió de su casa y nunca se supo sobre su paradero y tampoco se encontró su cuerpo.

Así lo resolvieron los jueces que integran la Cámara Penal de Apelaciones Gustavo Salvador, Javier Beltramone y Carolina Hernández en el veredicto que dictaron sobre la apelación al fallo de primera instancia en el caso de la joven sanlorencina, en el cual los jueces Griselda Strologo, Mariel Minetti y Álvaro Campos habían resuelto dejar en libertad a los mueve imputados por el beneficio de la duda. 

Los magistrados resolvieron en disidencia condenar a Roxana Michl a 7 años de prisión por el delito de privación de la libertad, agravada por tratase de mujer embarazada, como participe secundaria. En cuanto a Gabriel Strumia fue condenado a 17 años de prisión como autor de privación ilegal de la libertad agravada por estar la mujer embarazada. En tanto confirmaron la absolución del resto de los imputados. No hicieron lugar al pedido de prisión.

Los magistrados impusieron medidas de conducta para los condenados, ya que permanecerán en libertad. Deberán comparecer semanalmente, no pueden salir del país y no podrán modificar sus domicilios.

Por su parte, luego de la lectura del veredicto Alberto Perassi, desconcertado y conmocionado, acompañado por su esposa, Alicia Ostri expresó: «Denme los huesos de Paula y no hablo más». Alicia pidió «que digan lo que hicieron con el cuerpo de Paula».

Teniendo en cuenta el fallo, lo abogados de la familia Perassi manifestaron que «esperamos leer los fundamentos, pero vamos a apelar». En el mismo sentido aclararon que «respetamos el beneficio de la duda como un derecho constitucional que nos asiste a todos, pero insistimos en que se debe investigar la estructura desaparecedora que intentamos demostrar a lo largo del juicio y para esto es importante la acción del Estado».

Las audiencias de apelación se realizaron entre el 8 y el 11 de octubre. Durante esos días la fiscal de cámara María Eugenia Iribarren apuntó contra el Tribunal por la falta de perspectiva de género con el que trataron el caso y recordó que no le creyeron a Paula cuando se encontraba vulnerable. Además, Iribarren señaló que se trataba de un crimen sin cuerpo, lo que imponía otro tipo de mirada y análisis sobre la prueba y la labor de los imputados para eliminar los rastros del crimen.

Durante el juicio, fueron investigadas las responsabilidades de Gabriel Strumia, con quien Paula mantenía una relación extra matrimonial y su esposa Roxana Michl, principales sospechosos según la teoría fiscal y de la querella. Además, en el banquillo de los acusados desfilaron Antonio Darío Díaz, mano derecha de Strumia y Mirta Ruñisky, por los delitos de privación ilegítima de la libertad y aborto no consentido seguido de muerte de Perassi, y el comisario Adolfo Puyol y a los policías Gabriel Godoy, Jorge Krenz, Aldo Gómez y María José Galtelli se los acusa por encubrimiento agravado.

Paula tenía 36 años y estaba embarazada cuando salió de su casa el 18 de septiembre de 2011. Tenía una relación extramatrimonial con Gabriel Strumia. El transportista fue desde el inicio el principal sospechoso junto a su esposa, Roxana Michl. En la escena también Mirta Rusñisky que fue imputada como la presunta encargada de practicarle el aborto clandestino que, presume Fiscalía y la querella, le costó la vida a Paula.