Fernando Burlando, uno de los abogados que representa a la familia de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes a la salida de un boliche de la ciudad balneraria de Villa Gesell el pasado 18 de enero, anticipó que espera recibir los «cinco terabytes de información» que se analizan en la fiscalía y que confirmarían que los rugbiers detenidos mataron por «placer» y «goce».

En tanto, al ser consultado acerca del último video que trascendió de los momentos posteriores a la brutal golpiza, donde se ve como dos de los acusados se abrazan mientras se alejan del lugar, Burlando señaló que le «repugna» y que sólo es una parte de la evidencia, debido a que habría más imágenes de «la situación previa de filmación de toda esta secuencia».

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Por otra parte, el letrado cuestionó al municipio de Villa Gesell porque las cámaras, «desde el perfil de observación y desde donde están puestas, no registraron nada» de la agresión a Báez Sosa.

Burlando afirmó que es «un papelón», ya que se trata de «un lugar donde realmente debería haber muchísima seguridad, muchísimas cámaras y prevención».

El 18 de enero pasado a la madrugada, Fernando Báez Sosa fue asesinado a puñetazos y patadas en la puerta del boliche Le Brique y por el hecho permanecen detenidos los diez rugbiers oriundos de la localidad de Zárate.

Se trata de Luciano Pertossi, de 18 años; Ayrton Viollaz, de 20; Matías Benicelli, de 20; Alejo Milanesi, de 20; Blas Cinalli, de 18; Juan Pedro Guarino, de 19; Máximo Thomsen, de 20; Enzo Comelli, de 19; Ciro Pertossi, de 19, y Lucas Pertossi, de 20.

Los arrestados se encuentran alojados en la Unidad Penal de Dolores en una celda con camas cuchetas y un único baño, separada del resto de la población carcelaria.

La fiscal Verónica Zamboni pedirá mañana la prisión preventiva de los rugbiers, en una presentación que tendrá más de 50 pruebas, ante el juez de Garantías de Dolores, Leopoldo Mancinelli.