La justicia correntina marcó un importante precedente en el caso en donde un hombre mató al actual novio de su ex pareja. Para César Sotelo, el fiscal general, la mujer también es víctima. Lorenzo Miguel Miño viajó hasta la localidad de Mercedes con la única idea de asesinar a Exequiel Santana, nueva pareja de su ex mujer con quién tuvo dos hijos.

Lorenzo Miguel Miño de 32 años regresó a Mercedes, Corrientes, del sur de la provincia de Buenos Aires, donde trabajaba como peón rural. Irrumpió en la casa de su ex pareja, una joven de 24 años con la que tiene dos hijos. Ya sabía que ella había reconstruido su vida sentimental y estaba en pareja con Exequiel Santana de 20 años.

El hombre atacó a puntazos al joven en el interior de la propiedad ubicada en la calle Hermana Trina, del barrio Matadero. Santana, malherido, alcanzó a escapar hacia la calle, donde pidió ayuda, pero murió cuando era llevado de urgencia en moto al hospital de la ciudad.

Miño se presentó en la comisaría 1era. y quedó detenido. Desde allí, parte la investigación llevada a cabo por el fiscal general, César Sotelo que insta a investigar al hombre de 32 años por el delito de homicidio vinculado o transversal al sostener que el detenido cometió el asesinato para infligir dolor a un tercero, en este caso a su ex pareja.

En el expediente se subraya que Miño no aceptaba que la joven reconstruya su vida amorosa y por este motivo la hostigaba y amenazaba desde que comenzó su noviazgo con Santana.

A su vez, se desprende que el homicida “ejercía violencia verbal, psicológica y física” sobre la madre de sus hijos y que en reiteradas oportunidades amenazó por redes sociales a la víctima para que dejara a la joven.

“En este caso concreto, utilizar el término ‘celos’ como parte del móvil de Miño para dar muerte a Santana lo que hace es invisibilizar a Y. P. como víctima también de este caso, excluyendo que (el imputado) mató para causarle daño a su ex pareja”, sostuvo Sotelo.

“Lo que corresponde es calificar la conducta de Miño en la agravante por el contexto en el que sucedieron los hechos, esto es, la conducta precedente (violencia, amenazas y hostigamiento) y su conducta posterior (dar muerte). Si bien el homicidio transversal o vinculado puede ser cometido tanto contra mujeres como contra varones, en este caso la víctima es una mujer, razón por la cual se debe investigar con la debida diligencia aplicando perspectiva de género”, agregó.