De fiesta nada. De frustración, todo. Es que el sábado a la noche un cumpleaños de 15 debió ser suspendido porque el salón contratado no estaba habilitado y porque el catering no se hizo presente en el lugar. Todo resultó ser una gran estafa.

El mal momento se vivió en zona oeste, en un local ubicado en Presidente Perón al 6900. Ante la desagradable situación, y tras comprobar que el servicio de catering no había sido cubierto, familiares y amigos de la cumpleañera descargaron su bronca contra la mujer del dueño del salón.

Pero el inmueble también sufrió el enojo de quienes se consideraron estafados: sillas, mesas y manteles quedaron desparramados. El clima se tornó cada vez más denso por lo que la policía decidió intervenir para evitar incidentes de mayor gravedad.

La Guardia Urbana Municipal (GUM) también hizo lo suyo y constató que el local presentaba cuatro clausuras consecutivas que no habían sido respetadas. Las últimas tres, por no acatar la primera y reabrir. En consecuencia, Patricia quedó detenida.

Según el relato de los familiares, habían contratado el salón y al llegar los invitados, y a la espera de la quinceañera, tomaron conocimiento que el servicio de catering no había sido contratado por la empresa. Cuando acudieron a la mujer del dueño, Patricia M. de 46 años, no supo dar explicaciones.

En el caso interviene el juez de Flagrancia en turno, Rodrigo Santana.