El joven de 23 años que había sido detenido en la investigación por balaceras a estaciones de servicios de Rosario, fue imputado este jueves por el homicidio tipo sicario de una mujer, un crimen por el que era buscado desde hacía meses.

Nicolás Alberto M. (23), conocido como “Cara de Burro”, quedó acusado con prisión preventiva por dos años como coautor del asesinato de Ramona Luque, una mujer de 63 años que fue asesinada a balazos el pasado 18 de mayo en un Fonavi de zona sur.

Según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), por el mismo caso ya había sido imputado, también con prisión preventiva, otro joven identificad como Sebastián P.

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Martínez fue detenido el pasado martes en otra causa, que lo involucra con las seis balaceras cometidas en una semana contra estaciones de servicio de la ciudad. En esa oportunidad, le secuestraron más de 50 dosis de cocaína en su vivienda.

Sin embargo, fuentes del MPA indicaron que quedó desligado de esa pesquisa, aunque fue imputado por un crimen por el que era buscado.

Según la imputación del fiscal del caso, Alejandro Saldutti, los dos jóvenes -Nicolás Alberto M. y Sebastián P.-  llegaron en una moto conducida por “Cara de Burro” hasta Maestros Santafesinos al 4.700, donde está el Fonavi del Parque del Mercado.

Eran las 19 del 18 de mayo pasado y los jóvenes esperaron a que una mujer, a la que tenían identificada previamente, saliera de su vivienda. Finalmente dispararon contra la víctima, Ramona Luque (63), quien recibió al menos tres balazos y murió por “una lesión vascular grave” que le provocó una hemorragia, según consta en la causa.

El fiscal explicó que el joven imputado este jueves dijo aquella noche a su cómplice: “Filmá antes de matarla, porque lo pidió René”.

Voceros de la investigación señalaron que ambos imputados pertenecen a una organización criminal conducida desde la cárcel por René Ungaro, alias “Brujo”, recientemente condenado a 12 años de prisión por narcotráfico en una causa federal.

Ungaro, que pertenece a una familia ligada al delito, cumple condena también por el homicidio del ex jefe de la barrabrava de Newell’s Old Boys, Roberto “Pimpi” Camino, asesinado a tiros en la puerta de un bar en marzo de 2010.

En mayo pasado fue condenado en un juicio oral a 7 años como líder de una asociación ilícita que, según el fallo, lideraba desde prisión.