El viernes 16 de abril, Marcelo Nicolás “Fino” Ocampo, quien recientemente había sido condenado en un juicio abreviado, en el marco de la causa por asociación ilícita que investiga a Esteban Lindor Alvarado, fue asesinado con tres disparos, en la puerta de su casa, en la zona sudoeste de la ciudad.

Las pesquisas incluyeron gran cantidad de personal y más de 20 líneas telefónicas intervenidas y, así logró establecerse que la misma persona alojada en el penal ya había ordenado el homicidio del empresario rosarino al mismo sicario. Ese crimen iba a concretarse el día lunes, así que el 10 de mayo se realizaron unos allanamientos muy específicos y se logró detener al homicida pocas horas antes de que pusiera fin a la vida de su próxima victima.

Entre los detalles brindados en la conferencia de prensa, Eduardo Villalba, secretario de Seguridad e Investigación del Ministerio de Seguridad de la Nación, explicó que este hombre, se servía de su esposa para la concreción de los crímenes. «Le encomendaba no sólo la distribución del material estupefaciente, si que se ocupara de los sicarios, el pago, el traslado y toda la cobertura que necesitaban los días que se concretaban los hechos»

Por su parte, Valentina Novick, subsecretaria de Investigación Criminal y Cooperación Judicial, apuntó también la importancia del modelo de investigación criminal que se propicia como política del Ministerio de Seguridad de la Nación, que es «abordar la investigación sobre la organización criminal y no sólo sobre el delito, lo que permite además, un trabajo mancomunado de todos los actores del sistema, Justicia Federal y provincial, ambas fuerzas y los ministerios públicos» «Y esto es lo que nos da la posibilidad de salvar vidas con ese trabajo».

La investigación de ese crimen terminó revelándose como un desprendimiento de una causa mayor, por tráfico de estupefacientes, que se tramitaba en la Justicia Federal. Y puso en evidencia la existencia de una organización criminal que era manejada por una persona, detenida en la Unidad Penal Nº 3 de Rosario, que no sólo se dedicaba a la venta y distribución de drogas, sino también a los homicidios por encargo.

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Según la información brindada en una conferencia de prensa, realizada en la delegación de la Policía Federal de Rosario, de la que participaron el Secretario de Seguridad e Investigación del Ministerio de Seguridad de la Nación, Eduardo Villalba; la Subsecretaria de Investigación Criminal y Cooperación Judicial, Valentina Novick; el Jefe de la Policía Federal Argentina, Juan Carlos Hernández y la Superintendenta de Drogas Peligrosas de la PFA, Inés Cecilia Martínez, la investigación de la causa madre comenzó en el mes de febrero, y se tramita en el juzgado federal del juez Carlos Vera Barros. Con la desarticulación de la banda y la detención del matador de Ocampo, también logró evitarse el homicidio de un empresario, dueño de la firma NutriLab, que ya había sido ordenado y estaba por concretarse.

La superintendenta de Drogas Peligrosas de la PFA, Inés Martínez, detalló que en «el marco de la investigación de una causa madre, se desprendió un tentáculo de la misma, y se detectó una organización que tenía incidencia en el barrio Godoy en esta ciudad, con características muy específicas de distribución y venta de estupefacientes». «Se detectó que una persona, que está detenida en la Unidad Penal Nº 3, no sólo se dedicaba a la venta y distribución de drogas, sino que además se dedicaba a organizar asesinatos con la modalidad de sicariato».

Una vez que se logró establecer esto, se puso en conocimento al Ministerio Público de la Acusación y a los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, quienes comenzaron una investigación paralela. «Esa investigación tuvo el eje en el homicidio de Nicolás Ocampo, que fue asesinado en la puerta de su casa, con tres disparos, desde una motocicleta. Se hizo una investigación muy exhaustiva y promenorizada, con gran cantidad de personal, hasta que al fin se detectó quien fue el matador de Ocampo», detalló Martínez.

Las pesquisas incluyeron gran cantidad de personal y más de 20 líneas telefónicas intervenidas y, así logró establecerse que la misma persona alojada en el penal ya había ordenado el homicidio del empresario rosarino al mismo sicario. Ese crimen iba a concretarse el día lunes, así que el 10 de mayo se realizaron unos allanamientos muy específicos y se logró detener al homicida pocas horas antes de que pusiera fin a la vida de su próxima victima.

Entre los detalles brindados en la conferencia de prensa, Eduardo Villalba, secretario de Seguridad e Investigación del Ministerio de Seguridad de la Nación, explicó que este hombre, se servía de su esposa para la concreción de los crímenes. «Le encomendaba no sólo la distribución del material estupefaciente, si que se ocupara de los sicarios, el pago, el traslado y toda la cobertura que necesitaban los días que se concretaban los hechos»

Por su parte, Valentina Novick, subsecretaria de Investigación Criminal y Cooperación Judicial, apuntó también la importancia del modelo de investigación criminal que se propicia como política del Ministerio de Seguridad de la Nación, que es «abordar la investigación sobre la organización criminal y no sólo sobre el delito, lo que permite además, un trabajo mancomunado de todos los actores del sistema, Justicia Federal y provincial, ambas fuerzas y los ministerios públicos» «Y esto es lo que nos da la posibilidad de salvar vidas con ese trabajo».