La casi cinematográfica fuga que tuvo lugar este domingo en el penal desató una ola de desasosiego y conjeturas en el ámbito político. Es por ello que desde el gobierno provincial realizaron una conferencia de prensa para esbozar algunas explicaciones y, en la sede local de Gobernación, el ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad, Roberto Sukerman remarcó que esta situación marca un antes y un después».  De la conferencia también participó el secretario de Asuntos Penitenciarios, Walter Gálvez, quien apuntó que «avergüenza pensar que la cárcel de Piñero tenga tejidos y no muros» y adelantó una inversión millonaria para construir el muro de cemento.

Una de las cosas sobre las que hizo hincapié el ministro Sukerman es que su gestión heredó una «situación en la cual las cárceles no están preparadas» y en que «durante los últimos años la población carcelaria ha crecido de manera exponencial» y ha crecido también  la cantidad de lugares para presos, pero no se trabajó en las condiciones de detención.

El ministro de Gobierno también apuntó que este «no fue un tema aislado». «Que un grupo armado participe de una fuga de presos en una situación inédita». «Esta marca un antes y un después y nos obliga a profundizar las medidas»

Se cruzó el límite

Por su parte, el secretario de Asuntos Penitenciarios, Walter Gálvez reconoció, en la conferencia de prensa que lo ocurrido en el penal de Piñero les «provocó escalofríos». «Fue un operativo armado para una fuga masiva de presos. Atacaron con armas 9 milímetros y cortaron los alambrados con una amoladora».

Según detalló Gálvez, quienes lo hicieron les entregaron armas a los presos y, a partir de allí, se produjo un importante tiroteo. Y remarcó: «Nos sorprendió porque se cruzó el límite. Avergüenza pensar que la cárcel de Piñero tenga tejidos y no muros. Este Gobierno va a construir el muro de cemento, una obra millonaria».