Un policía perteneciente al Comando Radioeléctrico de Rosario fue detenido esta madrugada en un procedimiento de rutina de la Gendarmería Nacional, que lo sorprendió con 7 «bochas» de cocaína y algunos paquetitos de marihuana listos para su comercialización. Desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe informaron que de forma inmediata se comenzará el proceso de destitución de la fuerza.

En entrevista con Conclusión, David Reinero, secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad de la provincia, relató que «Gendarmería activó el aviso a Asuntos Internos porque detienen una persona de civil, pero que era miembro de la fuerza policial. El efectivo fue detenido en flagrancia, con drogas en su poder, fraccionada, que evidentemente iban a ser comercializadas».

El procedimiento se realizó alrededor de la 1.30 de la madrugada en las inmediaciones de Valparaíso y Garay, donde la Gendarmería detuvo el automóvil en que se desplazaba un oficial que revista en el comando Radioeléctrico, Fernando R., de 36 años, acompañado por un civil, Santiago L. Cuando se realizó la requisa, descubrieron que entre las pertenencias del hombre había siete «bochas» de cocaína y algunos paquetes de marihuana.

Reinero señaló que «ante la evidencia, se comenzó inmediatamente el trabajo conjunto con Asuntos Internos para la inmediata destitución, y considero que en tres o cuatro meses, será expulsado de la fuerza». Además manifestó que el oficial en cuestión tenía «mala reputación, y varios antecedentes».

Entre esos antecedentes se cuentan alrededor de 15 apercibimientos y 2 faltas graves, y según pudo saber Conclusión, Fernando R. había sido denunciado en varias oportunidades por apremios ilegales y por el resonante caso, ocurrido tiempo atrás, de amenazar e intimidar abiertamente a un trabajador de prensa. Esta información fue confirmada por Reinero.

El oficial detenido se encuentra desde hace seis meses con carpeta médica, sin embargo portaba el arma reglamentaria. Consultado sobre por qué un policía en esa situación conserva el arma, el funcionario señaló que: «Depende del tipo de carpeta médica que tenga. Si el problema médico no es una cuestión psicológica, el arma la siguen teniendo. Hay muchos policías que tiene problemas físicos, o son operados, y conservan su arma».

En cuanto al proceso de destitución, Reinero señaló que «es muy positivo el hecho de cuanto se han acortado los tiempos, antes tomaba años, ahora estimamos que se concluirá en tres o cuatro meses. Al ser destituido pierde todo tipo de beneficios, pierde la totalidad del sueldo. No es como cuando se pasa a alguien a disponibilidad que cobran un porcentaje de haberes. Es totalmente separado de la fuerza».

Reinero indicó además, en forma categórica, que «la decisión es sacar rápidamente de la fuerza a estos delincuentes con uniformes»

Por su parte, el ministro Pullaro se expresó públicamente en relación al hecho en las redes sociales, con enérgicas declaraciones:

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