Danisa María del Luján Canale, la mujer de 39 años asesinada este martes por su marido en la ciudad de Gálvez fue ultimada brutalmente con 10 golpes en el cráneo. Según reveló el fiscal Jorge Nessier, a cargo de la investigación, el feroz ataque fue perpetrado con una maza de albañilería.

El funcionario judicial detalló que el femicida, Jorge Trossero será imputado en las próximas horas por los delitos de «homicidio calificado por el vínculo y por femicidio».

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Según el informe preliminar del forense, el cuerpo de Danisa presentaba aproximadamente «unos diez golpes en la cabeza» y tan sólo «algunos lesiones en los brazos que indicarían algún intento defensivo».

El representante del Ministerio Público de la Acusación reveló que en la escena del crimen fue encontrada «una maza de albañilería con mango de madera y con evidentes manchas de sangre» lo que hace suponer que «se trata del elemento con el que le produjeron los golpes mortales a la víctima».

De acuerdo a la información oficial, alrededor de las 17 del martes un llamado a la comisaría de Gálvez  alertó sobre el suceso: “Vengan porque maté a mi mujer”.

El interlocutor era el marido de Danisa María del Luján Canale. La policía llegó de inmediato al lugar y no tardaron en encontrar a la mujer en el piso del living de la vivienda con un fuerte golpe en la cabeza. Fue trasladada de urgencia a un nosocomio privado, pero debido a la gravedad de las lesiones fue trasladada al hospital Cullen donde falleció a las 19,20 pese a los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida.

La mujer presentaba fuertes traumatismos en el cabeza causados por una maza, que le provocaron pérdida de masa encefálica y muerte cerebral. Las lesiones le provocaron un paro cardiorespiratorio.

Según trascendió, Danisa le habría contado a unas amigas que el hombre la había amenazado y golpeado y ya no sabía cómo convivir con él porque tenía problemas con su familia, es depresivo y también tenía problemas económicos. También se supo que había estado internado en una clínica psiquiátrica. Llevaban siete años casados y tenían una verdulería en el centro de la ciudad.

Sin embargo, Nessier señaló que no existen denuncias contra Trossero. «Por lo que hasta ahora pudimos corroborar no existen denuncias policiales o judiciales realizadas respecto de algún tipo de agresión previa. Nadie escuchó desde afuera nada y la única persona que hoy está con vida y que ha presenciado lo que ocurrió es quien mañana va ser imputado por el hecho».