El fiscal electoral Jorge Di Lello pidió sobreseer a Máximo Kirchner y otros líderes de «La Cámpora» en el marco de la investigación que se sigue porque supuestamente la agrupación política recibió financiamiento de empresarios, que pagaron sobornos durante el kirchnerismo y que forma parte de la recaudación del caso de los «cuadernos».

«En un Estado de derecho, una investigación no puede llevarse a cabo bajo cualquier circunstancia, si no que tiene que desarrollarse de conformidad con las reglas procesales vigentes», advirtió Di Lello tras considerar que la acusación es «vaga e imprecisa».

La investigación comenzó en manos del juez Claudio Bonadio cuando detectó que algunos empresarios que habrían pagado sobornos en el caso «Cuadernos» también, supuestamente, aseguraron haber aportado fondos para financiar a la agrupación La Cámpora.

Por ello, fueron investigados entre otros José Ottavis y el exjefe de Gabinete Juan Abal Medina.

Luego esta investigación pasó al fuero electoral, junto con la declaración del exsecretario de Obras Públicas José López, quien con su declaración como arrepentido dio puntapié a este tramo de la causa.

«En los hechos, la prueba de cargo resultó ser un relato escrito en unos cuadernos cuya materialidad es ontológicamente inexistente, los cuales nunca estuvieron en poder del Tribunal, pero sus fotocopias se convirtieron en un elemento histórico incontrovertible para el avance de la investigación», expuso Di Lello sobre la prueba que dio inicio a esta causa así como a la de los «cuadernos».

Por otro lado, advirtió el fiscal sobre la irregularidad de por qué no se grabaron las declaraciones de los arrepentidos: «el registro por el medio técnico guarda vital importancia para evaluar las manifestaciones del arrepentido en el tiempo y contexto en el cual se refieren».

En un apartado de su dictamen entregado ante la jueza María Servini, el fiscal hizo alusión a la aparición reciente de los supuestos seis cuadernos originales del chofer Oscar Centeno y que se creían quemados tal cual él mismo había declarado.

«La sorpresiva y reciente aparición de los que, aparentemente, serían los originales de 6 cuadernos, no generan tampoco la certidumbre necesaria para su valoración en estos actuados, toda vez que su presunto autor, como se ha referido, manifestó haberlos quemado, y todavía no se ha podido establecer su autenticidad y valor probatorio conforme las pautas del proceso penal respecto a las pruebas documentales», expuso el fiscal.