Leonardo Agostino, el profesor de matemáticas que había sido arrestado por el crimen de la adolescente Anahí Benítez, ocurrido en la localidad bonaerense de Llavallol, fue liberado esta madrugada, aunque seguirá por el momento imputado en la causa, en la que ahora hay un solo detenido.

Agostino, quien declaró ayer ante la fiscal Verónica Pérez, deberá fijar domicilio en la provincia de Buenos Aires, del que no podrá ausentarse por más de 24 horas, a no ser por causas excepcionales que deberá notificar.

La liberación se produjo tras una orden del juez de Garantías de Lomas de Zamora, Sebastián Monellos.

Según trascendió no se pudo establecer relación del docente con el crimen de la joven, aunque sí hay elementos que permitirían inferir que existió una relación amorosa entre ambos.

En ese sentido, algunos chats descubiertos permitirían confirmar que entre Anahí y Agostino se habría generado una relación amorosa, que se tendrá que investigar si tiene o no relación con el crimen de la adolescente o si es es delito aparte -ella era menor de 16 años- que deberá afrontar el docente.

Ahora, el único detenido es Marcos Bazán, el hombre que vivía en una casa cercana a la estación Santa Catalina de la Línea Roca Haedo-Temperley, marcada como un lugar en el que podría haber estado Anahí por un perro rastreador.

La fiscal Pérez le tomará declaración esta tarde al hombre que fue detenido este domingo, durante un allanamiento en el que se encontraron manchas de sangre y restos de arroz, el mismo alimento que fue encontrado en el estómago de la joven asesinada, entre otros elementos.

Lucio de la Rosa, abogado de Bazán, sostuvo que ese arroz era el que le daba el detenido a los perros de su propiedad.

El letrado dijo que su defendido asegura no conocer a Anahí y anticipó que va a declarar para «refutar las acusaciones en su contra».

De la Rosa, en declaraciones al canal Crónica, sostuvo que su cliente «tiene novia» para de esa manera explicar la presencia en su casa de cabellos y otros elementos encontrados.