En el marco de una conferencia de prensa conjunta, realizada la par con el ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, y el intendente de la ciudad de Rosario, Pablo Javkin, el fiscal general de la provincia, Jorge Baclini dio detalles de lo que se dio en llamar «trabajo multiagencial», para combatir los altos niveles de criminalidad que atraviesa la ciudad de Rosario. El funcionario judicial remarcó que uno de los problemas más complejos en cuanto a las tareas investigativas, sigue siendo el rastro del dinero y el lavado de activos provenientes de actividades ilícitas y celebró la creación de la Unidad Fiscal de Balaceras, que propició la identificación de dos bandas dedicadas a los delitos ligados a las balaceras y extorsiones.

Baclini se refirió a ese trabajo multiagencial, en los que intervino el Ministerio Público de la Acusación, la Municipalidad de Rosario y el Ministerio de Justicia y que se aplicó en la zona sur de la ciudad, uno de los distritos más fuertemente castigados por la ola de crímenes violentos.

El fiscal explicó que se buscó “tener efecto directo en relación a determinadas problemáticas que tienen los barrios que hoy son muy visibles con delitos de calle que generan muchísimo impacto en la vida diaria de todos los habitantes de la ciudad”. “Se pensó en un plan que no solo sea  solamente un plan de intervención penal, sino que tenga distintas aristas, comenzando con la intervención penal como primer paso, por eso los allanamientos, pero generando luego un segundo momento, que es el de ciruculacion  policial fuerte. Luego loss pasos siguientes son los de mejoramiento del barrio y de las condiciones de vida de quienes viven en él».

El fiscal general valoró la experiencia en forma positiva e indicó que se busca mantenerla y extenderla a otros barrios en forma progresiva. «Es una de las medidas que se han asumido y que son muy importantes dentrode un plan integral de Seguridad».

El funcionario judicial hizo un diagnóstico general de los puntos que más preocupan a los funcionarios e investigadores cuando enfrentan el desafío de combatir la violencia y señaló, por un lado «el lavado del dinero que produce el narcotráfico y el delito en general» y la circulación de armas que influye en las balaceras, que se vienen dando en forma casi masiva, y que, generalmente, «están atadas a extorsiones y usurpaciones».

«En relación a estos dos tipos de delitos desde el MPA, lo que se está haciendo y también trabajando en forma coordinada con la Agencia de Investigación Criminal y la Policía de Santa Fe, es diseñar investigaciones específicas sobre cada punto». Y explicó: «En relación a los atentados a balazos,  el MPA creó una unidad de Balaceras que ha identificado a un montón de autores y que ha dejado a un montón de personas detenidas».

También puntualizó, sobre el lavado de activos que se trabajo con las unidades de delitos económicos «Son investigaciones bastante más complejas porque  la dinámica del flujo de dinero que proviende del delito tiene mucha mutación y camino por recorrer , y requiere un trabajo mucho más desmenuzado para poder identificar el rastro del dinero ilícito, que trata de blanquearse. Además, hay que tener en cuenta que parte de este dinero, que es producto del delito, vuelve al circuito para financiar  balaceras y el sicariatos, es decir que se da una problemática general sobre la cual también se trabajo en la identificación de los autores de homicidios o tentativas de homicidios».

Baclini además reclamó sobre el serio problema que implica la actuación en el ámbito criminal de las personas que están en las cárceles. «Hay que trabajar  sobre eso y generar definiciones más específicas y concretas, porque no nos podemos permitir que, desde la cárcel, se estén dando órdenes para la comisión de delitos. Hay que dar una definición concreta a este problema, o con inhibidores de señales o con mayor actuación en las requisas que se tienen que hacer, pero se demandan definiciones más concretas en este ámbito».