Un grupo de manifestantes se concentraron frente al Ministerio Público de la Acusación para reclamar el esclarecimiento de dos muertes vinculadas a violencia institucional.

marcha_fiscalia2_fvizzi

Marcha en reclamo de justicia, frente a Fiscalía. Foto: F. Vizzi

Encabezada por la Comisión Antirrepresiva y por los Derechos Humanos, familiares y allegados de las dos víctimas se presentaron en Fiscalía para pedir Justicia.

Uno de los casos es el de Diego Fiori, un joven que murió tras recibir un impacto de bala del arma un agente de la Policía de Investigaciones cuando supuestamente intentó asaltarlo, ocurrido en en barrio la República Sexta.

Según Alicia Bernal, representante de la CADH, los hechos que acabaron con al muerte de Fiori, responden a un típico caso de gatillo fácil. «En este caso, la causa está absolutamente estancada, el fiscal no avanza. De hecho, le pide a la familia que procure las pruebas, cuando todos sabemos que esa es una labor que le corresponde a él, los ningunea, los amenaza diciéndole que si hacen marchas o reclamos de este tipo, la causa se estanca y no avanza. El colmo ocurrió cuando, el ultimo 10 de junio, durante una movilización que se realizó también frente a fiscalía, el fiscal Moreno ordenó que los detuvieran. Fueron detenidas 18 personas, durante 6 hoas, y todos quedaron con causas abiertas. O sea, el asesino está libre y los familiares de al víctima tienen causas abiertas», explicó Bernal.

El otro caso involucra a Jonathan Retamoso, un chico de 16 años que estaba en el Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario (Irar) y apareció colgado con una sábana en su celda, días antes de quedar en libertad, la causa fue archivada porque no se encontraron elementos que indiquen que se trató de un homicidio.

marcha_fiscalia1_fvizzi

Marcha en reclamo de Justicia frente Fiscalía. Foto: F. Vizzi

En este caso, la representante de la CADH expresó que la causa tuvo muchas irregularidades. Por ejemplo «la reja dónde apareció colgado, de al cual era imposible que lo hubiera hecho porque él medía 1.70, y la reja tenía medio metro de altura y nunca apareció la sábana para hacer las pericias correspondientes, entre otras cosas».

Si bien , en el caso de Retamoso, la versión oficial decía ahorcamiento, según narró en su momento,  el padrastro del joven,  «el cuerpo tenía los labios pegados con la gotita, fractura de cráneo, el tabique nasal no existía, tenía tres tajos en el gemelo de la pierna izquierda, hematomas en la cara y la rótula de la pierna izquierda no existía, y el certificado de defunción hablaba  de muerte violenta.

A pesar de todo esto, la causa fue cerrada sin responsables. Sin embargo, expuso Bernal, gracias a la insistencia de al mamá, Sandra Retamoso, y al accionar del abogado, Ramiro Gonzalez, la causa fue abierta recientemente.