La madre del fallecido fiscal Alberto Nisman, Sara Garfunkel, y la hermana, Sandra, recusaron hoy al juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien las había citado a declaración indagatoria para la próxima semana por presunto lavado de dinero.

La recusación contra el juez, que está de licencia y retoma sus funciones el próximo lunes, fue planteada por el abogado defensor de ambas, Pablo Lanusse.

Según informaron fuentes judiciales, la recusación es por prejuzgamiento y enemistad manifiesta, a raíz de declaraciones periodísticas que hizo el magistrado en los últimos días.

Además, Lanusse planteó una nulidad que está atada al pedido de recusación hecha contra Canicoba Corral.

El juez esta semana está siendo subrogado por Daniel Rafecas aunque las fuentes aseguran que el planteo de recusación se resolverá recién cuando el titular de la causa retome las funciones en su juzgado.

No obstante, el planteo de recusación podría postergar las indagatorias fijadas por Canicoba Corral, que espera a Sandra Nisman para el martes próximo; al empleado informático Diego Lagomarsino para el miércoles; a Garfunkel para el 11 de septiembre y al empresario Claudio Picón para el 15.

Todos están citados por el delito de lavado de dinero a raíz de que la fiscalía advirtió sobre inconsistencias en el patrimonio del fiscal y de su entorno familiar y presentó como prueba una cuenta en el banco Merrill Lynch de Nueva York.

En esa cuenta, Nisman figura como apoderado y como abogado, omitiendo su rol de funcionario público, en tanto que su familia y Lagomarsino aparecen como titulares.

La información de la cuenta registrada en el Merrill Lynch fue aportada por la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, expareja de Nisman, y el propio Lagomarsino reconoció que fue el fiscal quien le pidió ponerlo como titular para resguardar su condición de figura pública.

Sobre esa cuenta Canicoba Corral ya libró exhortos con pedidos de información a los Estados Unidos, aunque la Unidad Antilavado de ese país remitió al juez un informe secreto en el que aportó los depósitos que hubieron en la misma.

Según ese informe, ya fueron identificadas al menos nueve personas depositantes por un monto superior a los 600 mil dólares, entre ellos el financista Damián Stefanini, quien está desaparecido desde octubre del año pasado.

El monto depositado en esa cuenta es de 666.690 dólares aunque –según fuentes judiciales consultadas por esta agencia– la suma bajo sospecha es de un total de 542.775 dólares.

No es el único bien puesto bajo sospecha de lavado sino que hay otros que alcanzan una suma total de 10.428.483 pesos.

En la investigación también hay una supuesta cuenta bancaria atribuida a Nisman en Uruguay y tres lotes exclusivos: el 58, 59 y 71 de «Chacras de Manantiales»,ubicado en Ruta 104 kilómetro 5 en Punta del Este, de los que sería titular Sara Garfunkel, y por los cuales el fiscal pagaba expensas en dólares.

Esos lotes fueron adquiridos por Garfunkel el 4 de noviembre de 2013 y por un total de 288.035 dólares.

Un dato llamativo fue el aporte hecho por la AFIP respecto de que en 2013, Garfunkel percibió ingresos por 57.946 pesos.

Otro de los bienes investigados es el fideicomiso de Dorrego 1771, del que también es titular la madre de Nisman y que también implica al empresario Picón.

Picón, de la firma Palermopack, empezó a ser investigado al descubrirse que el Audi Q5 que usaba Nisman era propiedad suya: ante la Justicia, el empresario aseguró que se lo prestó porque ambos se conocían a través de sus hijas, que iban al mismo colegio.

No obstante, en algunos operativos ordenados en el marco de la investigación por la muerte de Nisman se descubrió también un cheque de 250 mil dólares que Picón había firmado a nombre del fallecido fiscal fechado el 16 de julio de 2012.