La Justicia de Mendoza condenó hoy a 20 años de prisión a Francisco Javier Sanhueza, el chofer del ómnibus chileno que en febrero de 2017 volcó en la zona de Los Horcones, con un saldo de 19 muertos y más de 20 heridos.

El fallo fue emitido por la Octava Cámara del Crimen de Mendoza, integrada por los jueces Alejandro Miguel, Luis Correa Llano y Ramiro Salinas.

Los camaristas condenaron a Sanhueza, de 31 años, por los delitos de «homicidio simple» en perjuicio de 19 personas, además de «lesiones gravísimas, graves y leves».

Durante el proceso, la querella y el fiscal del caso habían pedido 25 años de prisión, mientras que los abogados defensores solicitaron una pena de cuatro años y seis meses.

Familiares de las víctimas se mostraron conformes con la sentencia y uno de los sobrevivientes, Fernando Cerna, quien perdió el brazo izquierdo en el accidente, se esperanzó en que «esto sea un ejemplo para el resto de los conductores».

«Esto tiene que servir para que de ahora en más los choferes respeten los carteles de señalización, las normas de tránsito y no pisen tanto el acelerador. Los pasajeros somos seres humanos; no están transportando animales. Tiene que ser una condena ejemplar», indicó.

Por su parte, Emilia Aguilera, una ciudadana chilena sobreviviente de la tragedia, también se mostró «tranquila» con la condena y dijo: «Los sobrevivientes también tenemos nuestras secuelas mentales, además de las físicas».

«Lo que pasó no lo vamos a olvidar nunca, nos vamos a morir con nuestra pena y con nuestro dolor. Hoy fue como volver a subir al mismo bus y con el mismo chofer», agregó.

Un momento emotivo se vivió cuando familiares de Diego Videla, quien murió en el accidente, recordaron que de seguir vivo hoy estaría cumpliendo años y los presentes le cantaron el feliz cumpleaños.

El trágico vuelco ocurrió el 18 de febrero de 2017, con un micro de Tuurbus, a la altura del kilómetro 1.223 de la ruta nacional 7, en la llamada Curva del Yeso, en la localidad mendocina de Los Horcones.

Según confirmaron las pericias, el chofer conducía a 92 kilómetros en la curva del vuelco, cuando la velocidad máxima permitida es de 40 kilómetros por hora.