Luego de la lectura de los alegatos de apertura de juicio por parte de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, el principal acusado, Esteban Lindor Alvarado pidió hacer uso de su derecho a declarar.

En su alocución dijo: “Tome la decisión de declarar después de haber escuchado a los fiscales la cantidad de falsedades que dijeron”, arremetió el acusado.

En primer término, planteó una queja porque “no tuve derecho a defensa porque me han trasladado, no pude estar con mis abogados, no me dejan salir. Estoy mal juzgado. No voy a tener un juicio justo”.

Sobre las pruebas que los fiscales presentarán a lo largo del debate dijo que “nunca pude escuchar un audio de los teléfonos que me abrieron, nunca pude escuchar nada”. “Nunca tuve perito de parte para la apertura del teléfono”, cuestionó.

Además, cuestionó el accionar de la justicia porque “todo lo que fuimos pidiendo que se fue tomando de la causa fue todo para atrás, todo mal”, y acusó a los fiscales de tener “más poder que un juez… no hay justicia”.

“Me están pidiendo la pena máxima por todo lo que se dijo”, en cambio cuestionó que otros imputados en la causa firmaron abreviados “por menos años y salieron en libertad”.

El acusado negó ser el autor de todos los delitos que se le imputaron en este juicio, “estaba esperando la preliminar y mataron a Arguelles y dijeron que fue Alvarado, me llenaron de homicidios que yo no tengo, no tienen nada, pero yo ya estoy condenado”, aseguró que “nunca quise amedrentar a la justicia”, en cambio, reconoció que  haber realizado maniobras distractivas para  “desviar la investigación hacia Ortigala”, con quien tiene diferencias de vieja data.

También reconoció el atentado contra la vivienda de una empleada del MPA, cuando a principios de 2019 le dejaron en la puerta la cabeza de un perro muerto y luego balearon el frente del domicilio. «Le pido disculpas a la señora» dijo.