Alejo Milanesi, de 20 años, y Juan Pedro Guarino, de 19, dos de los rugbiers que se encontraban detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en la puerta de un boliche de la localidad bonaerense de Villa Gesell, fueron liberados esta tarde tras la solicitud de la fiscal Verónica Zambroni, quien pidió la prisión preventiva para los otro ocho acusados.

Acompañados por su abogado defensor, Hugo Tomei, ambos jóvenes salieron a las 15.25 de a cárcel en la que estaban alojados desde el 28 de enero y abordaron un vehículo en el que se retiraron de la zona.

El pedido fue realizado ante el juez de Dolores, David Mancinelli, que determinó la inmediata liberación de los jóvenes debido a que no fueron identificados en el lugar de la agresión tanto por los testigos en rondas de reconocimiento como en las cámaras de seguridad.

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«No hay elementos, ni méritos suficientes para mantenerlos en prisión, aunque todavía siguen sometidos a proceso hasta que se completen elementos de prueba», explicó el fiscal general de Dolores, Diego Escoda.

Pedido de prisión preventiva

En tanto, se pidió la prisión preventiva para Luciano Pertossi, de 18 años; Ayrton Viollaz, de 20; Matías Benicelli, de 20; Blas Cinalli, de 18; Máximo Thomsen, de 20; Enzo Comelli, de 19; Ciro Pertossi, de 19, y Lucas Pertossi, de 20.

A Thomsen y a Ciro Pertossi se los considera coautores del delito de «homicidio agravado por concurso agravado por el concurso premeditado de dos o más personas», mientras que al resto se los acusa de ser partícipes primarios.

La solicitud será realizada ante el juez de Dolores David Mancinelli, quien tiene cinco días para tomar una resolución al respecto, aunque se espera una pronta determinación en cuanto a Milanesi y Guarino.

En el expediente de 250 páginas se indica que los coautores «se abalanzaron» sobre el joven Báez Sosa para agredirlo físicamente primeramente por detrás, todo ello en forma premeditada y con el fin de darle muerte».

También se concluye que el asesinato había sido acordado con el resto de los implicados, «facilitando y posibilitando éstos la comisión del suceso delictivo al resultar superiores numéricamente y al rodear a la víctima y a sus amigos entre todos, impidiendo que ésta pudiese defenderse por si sola e incluso que sus amigos pudiesen hacerlo, quienes también fueron violentamente agredidos, recibiendo golpes en el cuerpo, causándoles a algunos de ellos lesiones corporales también».

Un video registra a uno de los rugbiers «chuparse los dedos» ensangrentados para no ser descubierto

Uno de los videos incorporados como prueba contra los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell registra cuando uno de ellos se chupa los dedos presuntamente ensangrentados para no ser descubierto por la Policía, mientras que otro captó el inicio de la golpiza y como la víctima cae al suelo al recibir un «fuerte golpe».

En el pedido de prisión preventiva al que accedió Télam, la fiscal Verónica Zamboni se refiere a una filmación de 36 segundos obtenida del Supermercado Marina, de Villa Gesell, tras el ataque contra Fernando.

«En tal filmación se observa claramente cómo Ciro Pertossi se limpia sus manos en todo momento de espaldas a los efectivos policiales, pero siendo tomado dicho accionar por las cámaras, tratando el mismo de ocultar sus manos -con posibles manchas hemáticas- al personal de Infantería», describe la fiscal.

En este sentido, agrega que se ve luego a «este sujeto -Ciro-, chuparse los dedos -presuntamente con sangre- para no ser descubierto e identificado por el personal policial como agresor».

«Asimismo, se observa cómo algunos de los restantes sospechados -(Matías) Benicelli y Ciro Pertossi- guardan sus manos en sus bolsillos, presuntamente para esconder sus lesiones y/o manchas hemáticas», añade el escrito.

Más adelante, indica «que todos ellos fueron posteriormente advertidos con lesiones corporales al momento de su aprehensión pasadas las 10.00 horas de ése mismo día, y a la vuelta de donde se produjo la interceptación policial señalada».

Además de este video, Zamboni incorpora como prueba otras filmaciones, entre ellas una registrada a las 4.44 del 18 de enero, tras el crimen de Báez Sosa, en el que «se observa circulando por la vereda mano Este de la Avenida 3 en dirección a la Avenida Buenos Aires, a (08) ocho personas del sexo masculino», dos de las cuales «se abrazan retirándose del lugar».

También se refiere a una grabación del local McDonald´s, tomada entre las 5.10 y las 6 de ese día, donde se ve «al menos tres o cuatro de los imputados, tratándose presumiblemente de Máximo Thomsen; Lucas Pertossi; y quienes se tratarían de Blas Cinalli y Alejo Milanesi».

«Se observa que ingresan, encargan y consumen comida en el lugar, pudiéndose divisar que los imputados identificados como Thomsen y Pertossi, a ésa altura, ya se habrían cambiado, al menos, sus prendas de vestir superiores, o sea las del torso, de las utilizadas al momento del hecho y que estarían filmadas», concluye al respecto.

Mientras que en un tercer video de unos ocho segundos, al que accedió Télam y grabado enfrente del boliche «se observa a la víctima con pantalón de jeans, sin prenda de vestir en la parte superior y prenda negra colgada en su hombro izquierdo con grupo de amigos en círculo» cuando se «acerca por detrás el masculino de chomba gris, identificado como Ciro Pertossi y ataca a la víctima».

«Luego entran varios sujetos en escena, entre ellos al antes descripto como Blas Cinalli, no lográndose determinar la participación de cada uno, por la brevedad del registro fílmico y la mala calidad de la imagen», señaló la fiscal y agregó: «Por último, se ve cuando la víctima Fernando José Báez Sosa cae al piso, por haber recibido un fuerte golpe».

Para la fiscalía, «luego de que abaten a Fernando, el agresor que filmaría la secuencia (Lucas Pertossi) se nota que dejaría de grabar, en apariencia, para sumarse al accionar agresor».

Además, Zamboni sostuvo en su requerimiento que estas filmaciones se realizaron «seguramente a modo de trofeo del grupo de agresores».