Por medio de un decreto, el gobernador Miguel Lifschitz endureció las evaluaciones para otorgar libertades y salidas transitorias. La medida se tomó a instancias del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, con el fin de evitar la salida prematura de condenados con alto perfil de peligrosidad.

La reforma se fundamenta en la necesidad de brindar a jueces y fiscales herramientas normativas más precisas a la hora de evaluar el otorgamiento de libertades y salidas transitorias. La medida, que fue propuesta por el Ministerio de Seguridad y la Secretaría de Asuntos Penitenciarios, contempla la necesidad de evaluar más restrictivamente la situación de ofensores sexuales, reincidentes y otras categorías de condenados que se consideran de mayor peligrosidad.

Ya en su momento Pullaro había manifestado la intención de reformar los códigos de conducta a la hora de la evaluación. “Hay acusados a los que se les concede el beneficio de la salida transitoria y estando bajo ese régimen vuelven a delinquir, a veces no se presentan y quedan en busca y captura o hasta matan, como ya hay antecedentes en la ciudad de Rosario, incluso hace pocos meses atrás”, sostuvo.

De esta manera, la cartera que lleva delante Pullaro aporta una herramienta para evitar el otorgamiento apresurado de libertades, con el riesgo que ello implica para la seguridad pública. La nueva reglamentación dará lugar a dictámenes más estrictos por parte de los organismos penitenciarios.

Pablo Cococcioni, secretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia, explicó al respecto: “Para tomar esa decisión, el juez recibe un conjunto de informes sobre la conducta y los tiempos cumplidos sobre la condena. Para anular toda posibilidad de que pudiera haber alguna excusa en este sentido, hicimos una reforma de lo que es la herramienta normativa de todo lo que produce el servicio penitenciario, de manera de poder brindar un informe que dé pie al juez para negar el beneficio cuando corresponda”.