Uno de los empleados del supermercado Coto ubicado en el barrio porteño de San Telmo acusado de golpear y causarle la muerte a un hombre de 68 años que había robado un aceite de oliva, un queso y dos chocolatines, negó haber atacado a la víctima aunque reconoció que la retuvo por temor a perder su trabajo, informaron hoy fuentes judiciales.

Se trata de Gabriel Alejandro de la Rosa, vigilador del hipermercado ubicado sobre avenida Brasil al 500, donde el viernes último ocurrió el homicidio de Vicente Luis Ferrer (68).

En tanto, el juez en lo Criminal y Correccional 33, Darío Bonanno, rechazó un planteo de excarcelación presentado por la defensa del otro acusado, Ramón Serafín Chávez, empleado del hipermercado, por lo que ambos sospechosos permanecían hoy detenidos por el delito de “homicidio simple”.

El abogado de De la Rosa aseguró a Télam que, en su indagatoria ante el juez ,su cliente “reconoció que él fue quien retuvo al señor cuando notó que salía del comercio con algunos productos entre sus ropas, pero negó categóricamente haberle aplicado algún golpe”.

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Según el letrado, De la Rosa explicó que vio cuando Ferrer se retiraba con bultos entre sus ropas por la salida de los clientes que se van sin hacer compras. “Lo llamó para que frene, el hombre hizo caso omiso y siguió caminando. Mi cliente lo siguió hasta la vereda y ahí lo retuvo de un brazo para que devuelva la mercadería. El hombre forcejeaba y entonces se sumó Chávez, el jefe de De la Rosa, quien le ordenó que fuera a buscar a los policías que estaban en un patrullero a 50 metros”, contó Alejandro Broitman.

Siempre según la versión del vigilador, cuando regresó con personal policial, Ferrer ya estaba inmovilizado en el suelo con Chávez encima y en ese momento se produjo la indisposición de la víctima.

Además de negarse a la excarcelación de Chávez, la fiscal de la causa, Marcela Sánchez, informó hoy a través del sitio fiscales.gob.ar que en el expediente declaró un testigo que vio cuando los imputados “zamarreaban” a Ferrer, pero no que le hubieran pegado. 

Voceros judiciales indicaron que se trata de la empleada de una panadería, que además vio como Ferrer arrojó la botella de vidrio de aceite cuando fue increpado.

La fiscalía también informó que desde el juzgado se solicitaron las cámaras de seguridad de la zona a fin de establecer si alguna de ellas registró la secuencia de los hechos.

La autopsia determinó que Ferrer murió como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico y una hemorragia cerebral.

Los hechos

Todo comenzó el pasado viernes, alrededor de las 19. Según las versiones oficiales, efectivos de la comisaría 1E de la Policía de la Ciudad se trasladaron a la avenida Brasil al 500, en barrio San Telmo, donde está ubicado el hipermercado a raíz de un arresto efectuado por particulares. Al llegar encontraron a Ferrer retenido por un custodio de seguridad y por un empleado del Coto. Ambos dijeron que el anciano había sustraído del local dos chocolates de 170 gramos cada uno; un queso cremoso de medio kilo; y una botella de vidrio de aceite de oliva extra virgen de 500 mililitros, por lo que procedieron a detenerlo.

De acuerdo a las fuentes oficiales, mientras los efectivos realizaban las actuaciones correspondientes, Ferrer perdió el conocimiento, por lo que solicitaron la presencia de una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME).

Ante la demora de la ambulancia y los reiterados reclamos al 911, los efectivos comenzaron a practicarle a Ferrer maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP), hasta que finalmente fue llevado al hospital Argerich, donde a las 19.45 se constató su fallecimiento, añadieron los informantes.

Fuentes judiciales informaron que, de acuerdo al informe preliminar de la autopsia, Ferrer murió debido a una hemorragia cerebral.

Intervino en la causa el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 33, a cargo de Darío Bonanno, quien ordenó la detención de los implicados en el hecho, identificados como Gabriel Alejandro De la Rosa y Ramón Cerafín Chávez, por el delito de homicidio.

Crueldad

La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se refirió hoy a la muerte de un anciano tras ser atacado a golpes por empleados de un supermercado de San Telmo del que había robado alimentos, en un tuit en el que escribió «¡Dios mío!..Cuanta maldad…Cuanta crueldad. Es demasiado». 

«Acabo de leer en el portal de Infobae: Lo encontraron robando dos chocolates y un queso en un supermercado y los empleados de seguridad lo mataron a golpes”, escribió esta mañana la candidata a vicepresidenta por el Frente de Todos en su cuenta de Twitter.

Y continuó: «Vicente Ferrer tenía 68 años y había robado medio litro de aceite, medio kilo de queso y dos chocolatines en el Coto de San Telmo. La seguridad privada de Coto lo mató a golpes por comida. ¡Dios mío!… Cuanta maldad… Cuanta crueldad. Es demasiado».

Los precios

La vida no tiene precio, pero los productos que se había llevado Vicente Ferrer del supermercado Coto sí.

Queso fresco: 275 pesosDos chocolates grandes: 300 pesosUna botella de aceite de oliva: 325 pesos. Total: 900 pesos.

La vida no tiene precio pero parece que, para algunos desafortunados, la muerte sí.