El fiscal general Federico Reynares Solari pidió penas de entre cuatro y nueve años para Ariel «Guille» Cantero y otras diecinueve personas acusadas de comercializar estupefacientes, causa agravada por la intervención organizada de tres o más individuos. Además, solicitó al Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario el decomiso de dinero en efectivo y dos vehículos.

Cantero llegó a juicio acusado de liderar, junto a Leandro Ariel Vilches, una organización narcocriminal que operaba en la ciudad de Rosario. Sin embargo, en su alegato, Reynares Solari consideró que no pudo comprobarse que sean organizadores de la misma.

Los otros dieciocho imputados por esta causa de narcotráfico son Leonardo Andrés Olmedo Díaz, Edgardo Norberto Smolsky -conductor de un programa partidario de Rosario Central-, Cristián Ariel Negrete -ex policía-, Gustavo Ariel Fernández, Juan Javier Granelli -ex candidato a senador-; Ángel Ezequiel Fleitas, Raúl Oscar Ruíz, Sergio Silva, Adriana Susana González, Mónica Patricia, Claudio Marcelo Romero, Ricardo Andrés Juárez, Joel David Pucheta -quien ya cumple una condena unificada de 29 años-, Jimena Soledad Villalva, Franco Andrés Bermudes, Jonatan Ezequiel Illanes, Orlando Sergio Enríquez y Julio César Fernández.

El representante del Ministerio Público Fiscal solicitó las respectivas penas de nueve años y de ocho años y seis meses de prisión para Cantero y Vilches, como coautores de comercio de estupefacientes agravado por la intervención organizada de tres o más personas. También pidió ocho años de prisión para Smolsky, Negrette, Granelli y Puchetta; siete años de prisión para Fleitas, Enríquez y Villalva (para quien pidió una pena unificada de siete años y tres meses, dado que tenía una condena anterior).

Por otra parte, el fiscal pidió condenas, por el mismo ilícito, de seis años de prisión para Ruíz, Silva, González, Mónica y Claudio Romero, Juárez, Bermudes e Illanes -a quien solicitó que se le revoque la pena de ejecución condicional que tenía y se le impusiera una condena única de seis años y tres meses de prisión-; mientras que para Gustavo Ariel Fernández y Julio César Fernández solicitó penas de cuatro años de prisión como partícipes secundarios.

Asimismo, el fiscal general Reynares Solari solicitó el decomiso de $79.231 -incautados durante los procedimientos por estimar que es dinero producto de la actividad ilícita-, y de los vehículos Toyota Corolla y Peugeot 307. El Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario está integrado por Otmar Paulucci, Ricardo Moisés Vásquez y Germán Sutter Snaider.

El caso

La investigación se inició como un desprendimiento de la causa en la que se investigó la banda narco criminal conocida como “Los Monos”, en la que Cantero fue condenado como organizador de la estructura delictiva. La asociación criminal se encontraba vinculada a una importante cantidad de hechos violentos, en su mayoría relacionados al control territorial de la venta de estupefacientes al menudeo en la ciudad de Rosario.

En sus primeros años, Los Monos fueron liderados por Ariel Cantero, padre de “Guille” y su accionar empezó a tejer relaciones con miembros de las barras bravas de los clubes de fútbol de la ciudad de Rosario y con personal policial de diferentes rangos. Luego de la detención de Cantero padre, sus hijos Claudio, Ezequiel y Ariel tomaron el mando de la organización hasta un cambio de jerarquías tras el asesinato del primero de ellos.

De acuerdo a la acusación, a partir de ese momento fue “Guille” quien quedó a cargo de la banda y aún luego de ser detenido en junio de 2013, mantuvo desde su lugar de encierro el control de las actividades que llevaba a cargo la organización junto a otras personas. Se comprobó que, a pesar de estar detenido, continuó al mando de maniobras vinculadas al tráfico de estupefacientes con incidencia directa en la provincia de Santa Fe.

Con la ayuda de Vilches, “Guille” desplegaba un fuerte control territorial sobre los puntos de ventas de sustancias ilícitas, decidiendo quién debía manejarlos y ejerciendo acciones directas contra todo aquel que pusiera en jaque su hegemonía.

Tras intervenir líneas telefónicas, pudo tomarse conocimiento de una serie de mensajes vinculados a maniobras asociadas con tráfico de estupefacientes. En octubre de 2016, funcionarios policiales detectaron que habían sido recibidos a través de Correo Argentino cuatro encomiendas con material estupefaciente, que fueron retiradas por Smolsky y otras dos personas.

El contenido de esas cajas eran más de diecinueve kilos de cogollos y ralladura de marihuana, por lo que los tres hombres fueron detenidos en el acto. Unos días después, se recibieron cuatro nuevas cajas con casi treinta kilos de cannabis, por lo que se ordenó una nueva serie de allanamientos que derivó en la detención del resto de la organización.