Tres hombres denunciaron que efectivos del Comando Radioeléctrico se quedaron con más de 100 mil pesos que llevaban en su auto durante un control de rutina.

Según informaron fuentes de la investigación, tres hombres fueron interceptados por personal del Comando Radioeléctrico en un control de rutina que se realizaba en Avellaneda y Saavedra. El conductor del auto no tenía toda la documentación del vehículo, que era propiedad de su esposa, y por tal motivo los derivaron a la seccional 18ª por averiguación de antecedentes.

Durante la requisa del rodado, los policías retiraron una suma de dinero que los ocupantes transportaban para la compra de un auto, según los dichos de los denunciantes, alrededor de 100 mil pesos que uno de los efectivos “guardó debajo de su chaleco”.

Los ocupantes, oriundos de la localidad de Pérez, fueron trasladados hasta la seccional 18ª debido a la irregularidad del faltante de papeles del auto, por averiguación de antecedentes.

Los hombres fueron demorados en la seccional desde las 12 del mediodía hasta las 20. Al momento de ser liberados, advirtieron que les devolvieron todas las pertenencias que les habían retenido pero faltaba el paquete con el dinero.

Ante el reclamo, los policías afirmaron que en la comisaría no tenían esa suma de dinero.

Los hombres damnificados realizaron la denuncia en la División Judicial en interviene en la investigación la fiscal Silvia Castelli.

En declaraciones a LT8, la fiscal explicó que «tomo intervención a través de la comisaría, imparto la orden que se derive todo a División Judiciales porque hay una colisión de intereses entre el personal policial y los denunciantes. Se les toma una entrevista preliminar en Judiciales y se hace el rastreo satelital de los móviles». Además agregó que “en la zona donde se realizó el operativo vehicular habría una cámara del 911 que será relevada por Asuntos Internos”.

En relación al hecho concreto la fiscal reflexionó que “muchos de nosotros nos conducimos con ocupantes en los vehículos. Anticipándome a ver las actuaciones que a veces difieren, no habría ninguna razón que indicara una situación de sospecha que hubiera habilitado el accionar policial».

En tanto, Castelli aclaró que la habilitación del vehículo en el que circulaban los ocupantes del Surán «estaba en regla» y que «no hubo ningún impedimento ni en el vehículo ni en la averiguación de estas personas».

La fiscal refirió que “el relato de las personas damnificadas en cuanto al recorrido que realizaron desde la detención en el control hasta la seccional coincide con el recorrido que arroja el relevamiento del GPS del móvil”.

En principio, Castelli manifestó que “difieren los dichos de los damnificados con la información volcada en el acta de procedimiento”. Además refirió que “en el acta aparecen dos testigos que fueron convocados, pero los damnificados refieren que lo hicieron luego de la secuencia de la sustracción del dinero por parte de los policías”.

Las actuaciones policiales refieren que “son detenidos porque circulaban en contra mano y que uno de los ocupantes se da a la fuga  a pie” y por el contrario, los ocupantes refieren que “se detuvieron inmediatamente y que no cometieron ninguna irregularidad”.

“Tenemos dos historias distintas y en cuanto a la cantidad de dinero que refieren los damnificados es difícil de comprobar”, afirmó la fiscal.