El juez federal Mariano Borinsky, quien preside la comisión para la reforma del Código Penal, aseguró hoy que la elaboración del proyecto definitivo está «en un punto avanzado», por lo que en «dos meses» podría estar terminado.
«El trabajo está en un punto avanzado, a casi dos meses de su finalización», adelantó el juez de la Cámara Federal de Casación Penal.

Precisó que «está terminada la etapa de los principios generales» y que en la actualidad se trabaja en la clasificación de «los nuevos delitos» que se incorporarán al texto que reemplazará al centenario código vigente, una tarea encargada por el Poder Ejecutivo hace un año.

«Estamos trabajando en los delitos de la parte especial, prácticamente está terminada toda la parte general (principios generales) y hoy trabajamos especialmente en los nuevos delitos, en las nuevas modalidades delictivas», explicó Borinsky.

Los «nuevos delitos» son los «económicos, cambiarios, de financiamiento, terrorismo, medio ambiente, bienes culturales, informáticos, en el ámbito del deporte, afectaciones a la integridad sexual y pornografía infantil», entre otros, apuntó.

El juez comentó que la comisión de reforma, de doce miembros, ha visitado en estos meses varias provincias para escuchar las opiniones de expertos del Conicet y de Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

En este sentido, se reunieron con expertos del Conicet para consultas en temas vinculados con delitos genéticos mientras que con las ONG se trataron cuestiones vinculadas a los siniestros viales.

El trabajo ha sido encarado desde «una visión amplia y plural», sobre la base redactar un «código ágil y moderno, pero también un código posible, que sea consensuado y discutido en plena democracia», subrayó.

«Todos los temas tienen sus distintos aspectos y algunos son más controvertidos, como el tema del aborto», dijo.

Aseguró además que «todos están de acuerdo» en que el Código Penal argentino «tiene cien años de vigencia», por lo que hace falta atender la inseguridad ciudadana y el narcotráfico, que necesitan una actualización de las leyes.

«Si no lo cambiamos, nos va a cambiar a nosotros como sociedad», subrayó el magistrado

Desde una mirada general, el magistrado saludó las iniciativas tendientes a reformular múltiples aspecto del funcionamiento de la justicia y se detuvo principalmente en las que corresponden al programa Justicia 2020 y la Corte Suprema.

«La justicia lenta no es justicia. Uno de los puntos centrales tiene que ver con la celeridad en los procesos penales y en cómo se pueden agilizar a través de normas prácticas en el ámbito de la Cámara de Casación», apuntó Borinsky.

El Código Penal vigente data de 1921 y ha sido objeto de sucesivos cambios mediante leyes especiales que no están contenidas en la norma sino como anexos.

Ante este escenario, el 13 de febrero de 2017, el Poder Ejecutivo Nacional creó la Comisión para la Reforma del Código Penal de la Nación con el fin de elaborar de un anteproyecto de ley de reforma y actualización integral de esa normativa.

Forman parte de la comisión jueces y fiscales del Poder Judicial de la Nación y de las provincias, miembros del Ministerio de Justicia, del Ministerio de Seguridad y Desarrollo Social, profesores universitarios y abogados.

Entre los delitos que se incorporan figuran terrorismo y financiamiento del terrorismo, delitos de narcotráfico y estupefacientes, delitos contra el ambiente, delitos fiscales, delitos aduaneros, tráfico e inmigración ilegal.

También se incluyen el tráfico de órganos y delitos genéticos, informáticos, contra la Humanidad y la comunidad internacional, entre ellos el genocidio, los crímenes de guerra, de odio y de agresión.