Débora Natalí Fernández tenía 30 años y un hijo de 8. Vivía en Barrio Godoy y solía trabajar duro en el centro cultural «la Trinchera», donde sublimaba remeras y banderas en el marco del plan Nueva Oportunidad. El 17 de marzo pasado, Alexis Claudio S. habría llegado a las puertas de la casa de Débora, en Colombres al 3000, la llamó por su nombre y le descerrajó siete disparos. Dos de los plomos impactaron en el pecho de la joven y fueron la causa de su muerte horas después. Este lunes, el presunto tirador fue imputado como autor del homicidio.

El inexplicable crimen podría tener relación, de acuerdo a algunas hipótesis de la investigación, con el hermano de la joven, que cumple una condena en Piñero. El sábado pasado, tras una serie de allanamientos, fue detenido uno de los supuestos autores. Los procedimientos se realizaron en distintos domicilios en los que se secuestraron armas, una importante suma de dinero y drogas y, en uno de ellos,  cayó «Tartita», a quien también se le achacan estrechas relaciones con el clan Cantero, fundado por su padre, el «Viejo» Ariel Máximo Cantero.

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Según expuso en la audiencia, realizada mediante videoconferencia, el fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo, el apodado «Tartita» llegó a la casa de la víctima cerca de las 14.30 en un auto Volkswagen Gol Trend color rojo y, cuando la chica acudió a la puerta, abrió fuego contra ella. Por el hecho le imputó los delitos de homicidio calificado por el uso de arma de fuego, portación ilegítima de arma de guerra y tenencia ilegítima de arma de guerra. El juez de Primera Instancia, Carlos Leiva, aceptó la imputación y dictó la prisión preventiva por los plazos de ley.