Un perito aseguró que el vehículo en el que viajaban tres personas cuyos crímenes se le atribuyen a la banda narco «Los Monos» recibió una veintena de disparos en una presunta venganza por el asesinato del líder del grupo, Claudio «Pájaro» Cantero.

La declaración se produjo en el marco del juicio oral que se le sigue a la organización donde se ventila la saga de homicidios cometidos en 2013 tras el crimen del «Pájaro».

Por el triple crimen, ocurrido el 28 de mayo de 2013, están acusados Ramón Ezequiel Machuca, alias «Monchi Cantero», como «instigador» y Mariano Germán Salomón, alias «Gordo», por «encubrimiento agravado».

Según el relato de los testigos que desfilaron en una nueva audiencia del proceso que comenzó en noviembre pasado, el hecho se produjo alrededor de las 17.15.

Ese día, en el semáforo ubicado en las calles Acevedo y Francia, se detuvo una camioneta Nissan 4×4 negra que fue atacada a balazos por dos desconocidos que se movilizaban en una moto, tras lo cual escaparon.

La camioneta era conducida por Marcelo Alomar y llevaba como acompañante a Norma César, mientras que en los asientos traseros viajaba Nahuel César -hijo de Norma- y otras tres personas: un mayor y dos menores de edad que resultaron ilesos.

Un perito balístico relató que la camioneta presentaba, según la inspección ocular que practicó, «diecinueve impactos de proyectiles de arma de fuego» distribuidos en el lateral izquierdo, luneta, parabrisa, paragolpe y la parte frontal.

En tanto, los peritos del Instituto Médico Legal afirmaron que Alomar y Nahuel murieron en el acto, mientras que la madre del segundo resultó gravemente herida y murió en noviembre de ese año.

Según los informes realizados en la escena del crimen, que fueron incorporados a la causa y corroborados posteriormente por las autopsias, Alomar y Nahuel presentaban seis heridas de arma de fuego cada uno.

En tanto, la mujer presentaba una profunda lesión de arma de fuego en la séptima vértebra cervical que la dejó cuadripléjica hasta noviembre de 2013, cuando murió en el hospital Centenario como consecuencia de las complicaciones.

Los forenses que practicaron las autopsias señalaron que de los cadáveres de Alomar y Norma César fueron extraídas las respectivas balas y de la escena del crimen fueron secuestradas 24 vainas servidas calibre 9 milímetros y tres ojivas (cabezas de proyectil).

Un perito balístico que declaró la semana pasada por el crimen del bolichero Diego «Tarta» Demarre, otro de los crímenes que se le atribuye a «Los Monos», y que fue el encargado de hacer el «cotejo» de los proyectiles secuestrados en la escena de ese asesinato, afirmó que «coincidía» con la bala extraída del cadáver de Marcelo Alomar.

Ese testimonio resulta clave porque determinó que una de las dos armas usadas por los atacantes en el triple crimen sería la misma que se usó un día antes en el asesinato de Demarre.

Según la teoría de los fiscales Gonzalo Fernández Bussy y Luis Schiapa Pietra, «Monchi Cantero» ordenó a «sicarios» las ejecuciones porque pensaba que el hermano de Nahuel, llamado «Milton» era uno de los que había participado del asesinato de su hermano de crianza, el «Pájaro» Cantero.

Pero luego se enteró de que en realidad el que habría participado era otro hombre de nombre «Milton» pero de apellido Damario, que en el proceso por el triple crimen fue sobreseído.

Es miércoles, el tribunal, integrado por los jueces Ismael Manfrín, María Isabel Más Varela y Marisol Usandizaga, continuará escuchando los últimos testimonios presentados por la fiscalía y luego seguirán los alegatos de clausura de las partes y el veredicto del tribunal en fecha aún no determinada.