Por Alejandra Ojeda Garnero

Vigilancia electrónica. Desde el Gobierno provincial anunciaron esta semana el lanzamiento de un sistema de vigilancia electrónica que consta de un dispositivo que monitorea a las personas con condena y deben cumplirla en el domicilio. Un total de 50 dispositivos están disponibles para comenzar a implementarlos.

Armando Faraoni, asistente técnico en la Subsecretaría de tecnología y planeamiento dialogó con Conclusión y brindó un pormenorizado detalle sobre el funcionamiento de los aparatos y su próxima implementación en los casos de violencia de género.

“Es un sistema de vigilancia electrónica que se encarga de monitorear a los detenidos con prisión domiciliaria. El equipamiento consta de dos dispositivos, un transmisor y un receptor de ondas de radiofrecuencia”, indicó Faraoni.

«El receptor tiene una conectividad a través de la línea de un celular y esto es fundamental porque cuando el juzgado pide la incorporación de algún detenido a este tipo de monitores es esencial que las condiciones técnicas, como que tenga energía eléctrica en el hogar y una fuerte señal de telefonía celular para colocarlo, de lo contrario no podrá emitir los alertas», precisó el funcionario.

«El dispositivo ya tiene absolutamente todo lo necesario para una buena conexión, el detenido no tiene que aportar nada», aclaró.

Respecto del funcionamiento del aparato, explicó que «está provisto de una especie de auricular que sirve para poder comunicarnos con el detenido y el otro dispositivo es un transmisor de radiofrecuencia que se coloca en el tobillo. Este dispositivo se comunica con el receptor  y cuando se aleja de la distancia que fue programada, emite un alerta».

Los alertas se emiten en el caso que la tobillera tenga una manipulación indebida, un corte o detecte que no hay cuerpo, porque tiene detección de estabilidad, es decir que detecta la presencia de un cuerpo humano, y en estos casos emite también un alerta. Las mismas se transmiten a través de la telefonía celular desde el receptor hasta el despacho del 911.

“El gobierno nacional aporta el dispositivo y nosotros prestamos colaboración para monitorear algunos detenidos en causas federales”, indicó el funcionario.

En consecuencia, «una vez ingresado el alerta a través de un sistema de monitoreo que se hace “en espejo” con la misma empresa que tiene contratada Nación, en el marco de un convenio que lleva adelante con el Gobierno nacional y el ministerio de justicia, cuenta con un doble control», precisó.

En este sentido, «el monitoreo tiene un doble control ya que el alerta que se recibe en la central local del 911, al mismo tiempo, en forma “espejo” es recibida en la empresa proveedora del servicio, con lo cual el margen de error se reduce aún más y la certeza ante una emergencia sea mucho mayor», indicó.

«Cuando suena la alarma se dispara un protocolo donde hay un tiempo establecido desde el minuto cero al minuto quince, que nos da un margen para efectuar llamadas telefónicas al detenido, a la base del receptor que tiene una línea celular, donde el detenido tiene que responder», detalló Faraoni, y agregó que «en el caso que el detenido no responda, nos comunicamos a los números de teléfonos alternativos que brindó el juzgado, por ejemplo una vecina o un familiar que puede o no convivir con él y darán información sobre la persona buscada».

En cambio, «si el alerta no cesa, es decir que el detenido no regresó al domicilio, se despacha un móvil que llega al domicilio y verifica la presencia del detenido», manifestó.

Asimismo, «toda la información la consolidamos en un informe y se la brindamos al juzgado para pueda tener los datos en un periodo de tiempo muy corto y pueda evaluar si mantiene o quita los beneficios de la prisión morigerada al detenido».

En relación a las medidas de seguridad del dispositivo en cuanto a la inviolabilidad del mismo, Faraoni explicó que «la tobillera es de plástico, cuenta con medidas de seguridad pero el detenido puede hacer una manipulación indebida de la misma, pero si algo así sucediera el sistema emite un alerta y se dispara el protocolo».

En el caso que «el dispositivo haya sufrido alguna alteración en forma involuntaria, el equipo técnico la reemplazará en forma inmediata. En el caso que se constate que el detenido violó el arresto domiciliario se da aviso al juzgado interviniente».

A partir de la implementación del sistema «está prevista la utilización de cincuenta aparatos destinados a personas condenadas con prisión domiciliaria y luego se incorporarán para las prisiones preventivas», pero «será gradual», precisó.

En tanto para los casos de violencia de género, los dispositivos aún no llegaron y tienen otras características. Ese dispositivo geoposiciona a la víctima y al victimario lo cual permite cargar en el sistema la distancia restrictiva que le aplicó el juez.

En consecuencia, cuando esos dos dispositivos se acercan a una distancia menor a la que impuso el juez se dispara un alerta en el 911 y se procede con el protocolo de actuación. El dispositivo indica el lugar preciso donde se encuentra cada una de las personas.

A diferencia de los dispositivos para las prisiones domiciliarias, que tiene una base fija, este sistema cuenta con un dispositivo móvil que siempre tiene que llevarlo consigo, tanto la víctima como el victimario y a su vez ese dispositivo se conecta con la tobillera que lleva la persona monitoreada.

En cuanto a la efectividad del funcionamiento, en el caso que la persona deje el dispositivo móvil en un lugar y salga del perímetro indicado, el aparato va a disparar un alerta. Es decir que, tanto el dispositivo móvil como la tobillera deberán estar siempre con la persona, caso contrario se dispara la señal de alerta que activa el protocolo de actuación.

A diferencia del botón de pánico, que la mujer al presionarlo ya tenía a su victimario muy cerca, en este caso el dispositivo permite tener un tiempo de respuesta mucho mayor, porque apenas se dispara el alerta podemos disuadirlo haciendo un llamado, y a la vez nos permite interceptarlo antes que llegue al lugar donde se encuentra la víctima, como así también poner en sobre aviso a la mujer para que pueda resguardarse.

«Estos sistemas nunca se utilizaron en la provincia, por lo tanto, la idea es incorporarlo gradualmente y realizar las correcciones necesarias a la vez que evaluaremos la calidad de las respuestas», concluyó Faraoni.