El Banco Mundial aseguró hoy que el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea no supondrá cambios extraordinarios en el empleo de la Argentina y los países vecinos.

Así lo señaló el Banco Mundial en su informe semestral difundido este viernes sobre la región de América Latina y el Caribe, que lleva el título: «¿La integración comercial como un camino al desarrollo?».

Si bien dijo que los acuerdos Sur‐Norte tienen un impacto mayor en el crecimiento que aquellos Sur-Sur, el organismo internacional sostuvo que un análisis detallado del entendimiento Mercosur-Unión Europea muestra que no supondrá «una gran transformación estructural».

«La producción agrícola y ganadera se expandirá en los países del Mercosur y la producción intensiva en trabajo calificado en México. Pero a excepción de algunas actividades, no se prevé que los cambios en la producción y el empleo sean extraordinarios», señaló.

Además, agregó el Banco Mundial en su informe, habrá tanto una expansión como una contracción dentro de los sectores agregados, con los efectos más o menos compensados entre sí, de modo que la estructura general en términos de agricultura, manufactura y servicios permanecerá casi sin cambios.

Según el organismo -conformado por 189 países miembros y con personal de más de 170 países- se espera que el acuerdo conduzca a un mayor grado de complejidad económica, «lo que debería tener un impacto positivo en el PBI a medio plazo y los trabajadores deberían beneficiarse del mismo».

«Obviamente que al alentar la producción de soja y ganado el acuerdo UE‐Mercosur aumentará la renta de la tierra», agrega el documento.

Señala que los trabajadores calificados se beneficiarán considerablemente en México, y los trabajadores no calificados en los países del Mercosur, entre los que se encuentra la Argentina.

Debido a que los acuerdos no conducen a una importante reestructuración estructural y van a ser implementados gradualmente, tampoco se prevén pérdidas importantes en el empleo sectorial.

«La concentración espacial de la actividad económica implica que algunos municipios, departamentos y distritos se verán muy beneficiados, mientras que otros resultarán perjudicados», dice el informe.

Del mismo modo, los impactos significativos en el crecimiento conducirán a mayores emisiones de dióxido de carbono (CO2), y la expansión de la producción ganadera en Brasil podría provocar aumentar la deforestación.

«La integración comercial se convertirá en una herramienta para el desarrollo sólo si estos impactos negativos se enfrentan mediante políticas territoriales y medioambientales adecuadas», señala el documento.

El Banco Mundial prevé que la economía de la Argentina caerá este año 3,1% y la recesión continuará en 2020 con un descenso del 1,2% del Producto Bruto, con crecimiento recién en 2021.

En ese documento el Banco Mundial estimó que la economía de la Argentina comenzará en 2020 un proceso de recuperación pero no logrará revertir completamente la caída que arrastrará desde 2018 y 2019, por lo que recién en 2021 crecerá a un ritmo del 1,4%.