La ministra de Salud, Andrea Uboldi, confirmó que se suspendió la vacuna contra la meningitis para nenes y nenas de once años.

La decisión fue tomada a raíz de un acuerdo entre Nación y las provincias, a fin de hacer frente a la escasez de dosis necesarias para completar el calendario de vacunación.

“Es otra muestra de la crueldad del gobierno nacional y la sumisión cómplice del gobierno provincial”, dijo el diputado. “Este anuncio es otra muestra de la crueldad del ajuste que impulsa el gobierno nacional y de la sumisión del gobierno provincial, que termina siendo cómplice de los crímenes sociales del macrismo”, dijo Germán Bacarella, consultado respecto de la suspensión de la aplicación de la vacuna contra la meningitis a niños y niñas de 11 años.

“Es impresionante cómo anuncian, sin siquiera ruborizarse, que una vacuna que se incluyó en el calendario con indicación obligatoria hace un año, ahora deja de aplicarse. Pero además, raya con la perversión la explicación que dan, pretendiendo tranquilizar a la gente diciéndole ahora que esa vacuna que hace apenas un año era necesaria para cuidar la salud de los pibes, ahora no es tan necesaria”, señaló el diputado provincial del bloque del Frente Justicialista para la Victoria.

“A esta altura, en medio de la brutalidad del ajuste que están aplicando y el perjuicio que provoca en todos los órdenes de la vida de nuestro pueblo, lo del gobierno nacional no llama tanto la atención como lo del gobierno provincial, que sale a decir que la suspensión de la vacuna fue por un acuerdo entre Nación y provincias. ¿Cómo un gobierno que se dice progresista, un partido que se llama socialista, pueden tan livianamente decir que llegaron a semejante acuerdo en lugar de denunciar y repudiar la criminalidad de este tipo de medidas?”, planteó Bacarella.

“Si se es gobierno no solamente hay que defender a la gente reclamando contra las injusticias, también hay que accionar para intentar revertirlas, convocar al trabajo conjunto para buscar soluciones más allá de las decisiones nacionales. Sin embargo, el gobierno provincial solo dice que está de acuerdo, y que de repente una vacuna que era necesaria hace un año, ahora ya no es tan necesaria”, añadió el legislador.

“Por supuesto que no hay soluciones mágicas, que no es fácil gestionar en un marco de crisis y de falta de recursos; pero en la Argentina ya aprendimos que, si se prioriza a los que más necesitan en lugar de a los que más tienen, si se trabaja para la justicia social y no para la profundización de la desigualdad, se puede avanzar en lugar de retroceder, incluir en lugar de excluir. Porque situaciones como estas no tienen que ver con fatalidades, sino con decisiones políticas. No es que no haya fondos para las vacunas, es que esos fondos ya no se usan para mejorar la vida de millones de pibes y se destinan a seguir enriqueciendo a unos pocos grandes empresarios y especuladores financieros. Y esto no es inevitable, se puede gestionar de otra manera, se puede y se debe gobernar fijando otras prioridades, con otra escala de valores”, subrayó Bacarella.