Entrevista: Facundo Díaz D’Alessandro

El radicalismo pasa por un momento particular en todo el territorio nacional: como partido forman parte de la Alianza Cambiemos desde 2015, pero apartado de las decisiones ejecutivas principales, ahora muchos dentro de esa fuerza centenaria analizan si es conveniente revalidar ese acuerdo de cara en las elecciones de este año.

En Santa Fe esa situación tiene aún más particularidades: el radicalismo también conformó desde su creación al Frente Progresista, que hoy gobierna Rosario y la provincia, aunque tras una intervención partidaria este año se dictaminó que el sello se incluía en Cambiemos, no sin disputas internas y correligionarios disconformes que asumen «libertad de acción política».

Ante este escenario, Sebastián Cáceres, abogado y especialista en criminología de 38 años e hijo de un histórico radical santafesino, encabeza una lista que competirá dentro de Igualdad y Participación, el espacio de Rubén Giustiniani, justamente enfrentando al socialista «desencantado» en la categoría diputados provinciales en las elecciones primarias (Paso) del próximo 28 de abril.

En diálogo con Conclusión, Cáceres, quien afirmó ser «un joven con mucha experiencia y recorrido territorial en la provincia», dijo que su lista pretende «empoderar al radicalismo» y «generar un nuevo proceso político» que estén en condiciones de liderar y aunque aseguró que «no es fácil» cree que «tendrá un final exitoso».

«Nosotros no creemos que el fortalecimiento del radicalismo sea en Cambiemos, sentimos que el radicalismo no está en Cambiemos. Algunos pseudo dirigentes se han sentido cómodos en el reparto de poder pero los radicales no nos hemos sentido parte. La convención nacional debería ser quien fije las políticas de gobierno que empuje el partido, pero no esta discutiendo un modelo de país ni un proyecto de gobierno; muchos si lo estamos haciendo, lamentablemente de manera inorgánica», detalló el precandidato.

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Y añadió: «Queremos poner en valor al radicalismo, recuperarlo como herramienta de inclusión social, ponerla al servicio de la gente, pretendemos liderar ese desafió en Santa Fe. Esta linea va prendiendo en otros lugares de país y eso nos permite soñar nuevamente con un radicalismo grande, tomar la posta de (Raúl) Alfonsín.»

Cáceres también puntualizó sobre una de las propuestas que pretende llevar a la Legislatura, después de aclarar que la misma debería ser «el lugar donde se deben ver representadas todas las expresiones políticas de Santa Fe», pero que sin embargo los partidos mayoritarios «han establecido pisos electorales que minimizan a las minorías».

«Recorro cárceles y centros de detención, conozco la problemática cabalmente y venimos a hacer una propuesta para reformular la seguridad pública en la provincia, una reforma cuyo eje va a girar en torno a la elección periódica, por voto secreto y universal, de los comisarios que dirigen comisarias de sección y distrito», se explayó el radical.

«Hoy la fuerza está en una crisis de confianza muy grande, desde la ciudadanía para con el sistema y la fuerza. Es necesario recuperar credibilidad y para hay que aportar transparencia y control social. Es una reforma integral que mira otros puntos también», enfatizó.

Sobre el Frente Progresista que actualmente gobierna la provincia, con el cual Cáceres admitió tener algunas «coincidencias políticas», el dirigente consideró que muchas veces «borran con el codo lo que escriben con la mano».

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Según contó, la cúpula no le permitió competir en las internas de esa alianza e «impusieron» la lista única. A la vez Cáceres resaltó que en la boleta única el símbolo de su lista será un dedo pulgar en alto, rojo y blanco, que transmite que «todo estará bien», al tampoco tener permitido usar el histórico emblema radical por la intervención partidaria.

Además, el postulante subrayó la dificultad de encarar una campaña sin estructura partidaria ni «banca estatal ni de grandes empresas».

Por último, se refirió al acuerdo alcanzado con Giustiniani y la competencia interna con el actual legislador provincial.

«Nuestro espacio tiene una historia común con Giustiniani, coincidamos en la forma de hacer política, que no es poco. Rubén representa una política transparente y honesta y nosotros lo mismo, con diferencias, desde el radicalismo. Es una interna propositiva. Esto es la madurez política que la sociedad necesita para sacar el país adelante, son tiempos de terminar con las grietas, somos todos hermanos de una misma tierra, debemos construir consensos que nos permitan delinear políticas para proyectar en el tiempo», cerró.