Argentina inició su tercer día de negociaciones en Nueva York con los fondos especulativos para buscar una solución al multimillonario litigio por su deuda en default. El secretario argentino de Finanzas, Luis Caputo, se encuentra reunido con el mediador judicial, Daniel Pollack.

El mediador Pollack aseguró que se está «tratando de avanzar cada día» y evitó hacer comparaciones respecto de las posiciones de cada parte desde el lunes, cuando comenzaron las negociaciones.
Argentina busca llegar a un acuerdo para pagar a los fondos especulativos NML Capital y Aurelius, que obtuvieron en 2012 una sentencia del juez federal de Nueva York, Thomas Griesa, para cobrar capital e intereses por deuda por un monto que asciende a 1.750 millones de dólares a día de hoy.

En las negociaciones también participan, por separado, otros querellantes tenedores de bonos impagos llamados «me too» (yo también), que se sumaron al litigio a partir de mediados de 2014 llevando el monto total de entre nueve y diez mil millones de dólares.

Luis Caputo, que encabeza la misión enviada por el gobierno del presidente de centroderecha Mauricio Macri, indicó el martes que Argentina podría dar a conocer una propuesta formal hoy o mañana. El martes, el ministro argentino de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, indicó que se llegó a un «preacuerdo con 50.000 bonistas italianos» por títulos en default desde 2001 por 900 millones de dólares, para pagarles al contado el 150% del importe original del capital», lo que significa un monto de 1.350 millones de dólares.

Los bonistas italianos demandaban 2.500 millones de dólares en capital e intereses. Estos bonistas son un grupo de acreedores que, como los fondos especulativos en Estados Unidos, habían rechazado ingresar a los canjes de deuda de 2005 y 2010 de Argentina, a los cuales adhirieron el 93 por ciento de los acreedores aceptando un reembolso parcial con importantes quitas.

El gobierno de Cristina Kirchner había rechazado el fallo de Griesa, quien en julio de 2014 congeló un pago de 539 millones de dólares en Nueva York a los bonistas que habían adherido a los canjes, provocando un default parcial de Argentina. En cambio, la administración de Macri cree que un acuerdo con los fondos especulativos le permitirá al país regresar al mercado de financiación internacional y lograr inversiones de capitales extranjeros.