Elisa Carrió amenazó con romper Cambiemos si prospera la propuesta del titular de la UCR, Alfredo Cornejo, de abrir el frente a los sectores del peronismo que encarnan Roberto Lavagna, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey.

Esa propuesta, realizada el viernes por el gobernador de Mendoza, fue respaldada Martín Lousteau, otro enemigo de Lilita, que cada vez que puede le pega a su principal impulsor, Enrique «Coti» Nosiglia.

Carrió viene desbarrancando en las últimas semanas con sus declaraciones, que complican al propio frente Cambiemos. En cuestión de días, agradeció a Dios por la muerte de José Manuel de la Sota, amenazó a un periodista en Córdoba y dijo que está «harta del país».

En la Rosada prefieren evitarla de la manera menos confrontativa posible. Carrió, por su parte, no está de acuerdo con el rumbo del Gobierno pero no quiere ser una vez más la que rompa los frentes. Más que nada por la fragilidad en la que se encuentra el Gobierno.

Sin embargo, la chaqueña toma prácticamente como una ofensa personal la invitación que hizo el presidente de la UCR al radicalismo. Si bien no hizo declaraciones públicas al respecto, le planteó al propio Macri que se retiraría de Cambiemos si avanzaba la propuesta de Cornejo.

Las quejas públicas las dejó para sus seguidores. «Con la sagacidad y sentido de la preservación que los caracteriza, el presidente de los radicales pide firmar el acta de defunción de Cambiemos», tuiteó el cineasta Juan José Campanella, «Espero que triunfe la audacia por sobre la rosca», agregó el director de Metegol.

Para apagar rápidamente ese fuego aliado, luego de las declaraciones de Cornejo desde la Rosada salieron de inmediato a relativizar sus palabras y vincular la apertura al peronismo sólo a la necesidad de un acuerdo de reformas como el que planteó Macri por carta. Pese a que el propio Cornejo en conferencia de prensa dijo dos veces que le gustaría que la convocatoria a Lavagna, Massa y Lousteau tuviera un correlato electoral.

Esas aclaraciones de palacio no sirvieron y el fin de semana el equipo de Marcos Peña filtró en los medios que no habrá lugar para un acuerdo electoral con el peronismo. Por si eso tampoco bastaba, el jefe de gabinete, que hoy funciona como contenedor de Lilita, mandó a una de sus espadas a rechazar el acuerdo de manera pública.

Hernán Iglesias Illa, colaborador estrecho de Peña que trabaja en la estrategia de comunicación del presidente, fue el encargado de rechazar la propuesta de Cornejo.

«Ante la demanda de ampliar Cambiemos para ?incluir a todos’ y ?superar la grieta’, considero que una gran coalición electoral del no kirchnerismo podría tener el efecto contrario: podría enardecer la grieta, por el efecto ?Unión Democrática Todos contra CFK'», tuiteó Iglesias Illa.

«No hay demanda para esa ampliación», corrigieron al funcionario otras fuentes de Casa Rosada.

Fuente: lapoliticaonline.com