La jueza de instrucción Fabiana Palmaghini ordenó el allanamiento y apertura de una caja de seguridad que poseía el fiscal Alberto Nisman en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires para verificar si existen allí elementos que permitan avanzar en la investigación por la muerte del ex investigador de la cusa Amia.

En una resolución de dos carillas, distribuida este mediodía por el Centro de Información Judicial (CIJ), la magistrada acogió favorablemente un pedido que le había formulado la fiscal Viviana Fein, quien investiga la muerte de Nisman para consignar todos los “movimientos y accesos» que hubiesen existido desde la apertura.

«Además deberá obtener en la entidad bancaria la documentación, ya sea en copias certificadas o en su defecto originales, que da cuenta de la apertura y/o contrato de la caja en cuestión, así como de aquella relativa a todo movimiento y acceso desde la entrada en vigencia del contrato respectivo», se sostuvo.

En la misma resolución la jueza se opuso a la petición de un letrado (solo identificado por sus iniciales J.G.L.) quien reclamaba ser tenido como «amicus curiae» (amigo del tribunal); es decir un tercero que no es parte pero quiere participar del expediente por estar presuntamente versado en el tema.

«Se impone señalar que la oportunidad en que se ha presentado el aludido letrado dista de ser aquella expresamente prevista por la reglamentación vigente en relación al instituto pretendido», explicó Palmaghini quien señaló que «tampoco se encuentra debidamente acreditada la ‘reconocida competencia’ a la que genéricamente alude».

Su situación «no se ajusta a las exigencias reglamentarias vigentes y la actuación que hasta aquí ha demostrado (sugiriendo diversas medidas de prueba) dista incluso del rol que se reconoce a quien actúa como ‘amicus curiae’. Esto es aquel que no es parte y sólo puede emitir una opinión».