La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner regresó minutos antes de las 18 a su domicilio particular, saludó a los ciudadanos que se acercaron a expresarle su apoyo horas antes de presentarse a declarar ante el juez federal Claudio Bonadío, y tras pasar la noche en su vivienda luego de su regreso en horas de ayer desde Santa Cruz.

Cristina había dejado el departamento ubicado en la calle Juncal de la Ciudad de Buenos Aires pasado el mediodía, a las 14.23, para reunirse con el ex juez de la Corte Suprema, Raúl Eugenio Zaffaroni en la casa de su hija Florencia, donde saludó a unos 200 simpatizantes que se agolparon para expresar su apoyo y raudamente se subió al vehículo.

Al salir e ingresar al departamento, sin hacer declaraciones ante los medios, Cristina saludó y agradeció los vítores de sus seguidores.

En esa esquina de Juncal y Uruguay ya no hay cortes de tránsito como sucedía ayer por la noche cuando la ex jefa de Estado llegó desde la provincia de Santa Cruz a Aeroparque donde la esperaban militantes, ciudadanos y algunos dirigentes políticos que se acercaron a recibirla y se trasladó a ese domicilio.

Cristina mañana deberá presentarse ante el juez federal Claudio Bonadio, quien la citó a declaración indagatoria por la venta de dólar futuro efectuada por el Banco Central durante los últimos meses de su gestión.

Esta mañana volvieron a concentrarse simpatizantes en forma aislada frente al edificio, ubicado en Uruguay 1306, “para hacerle el aguante”, como comentaron a la agencia Télam.

La mayoría de los comerciantes coincidió que la multitud que acompañó anoche a la ex jefa de Estado tuvo un comportamiento “pacífico y correcto” con la sola excepción de la dueña de un kiosco de diarios que denunció que su negocio amaneció sucio y con pintadas políticas de todo tipo.

A medida que avanzaba la mañana de hoy, los curiosos y gente suelta que adhiere al anterior gobierno se fueron agolpando en la esquina de Uruguay y Juncal, donde se produjeron duros cruces verbales entre simpatizantes y detractores, aunque ninguno de ellos alcanzó grados de violencia física.

Mientras se sucedían los breves debates, taxistas y colectiveros que pasaban por el lugar hicieron sonar sus bocinas y algunos manifestaban su adhesión al grito de “¡Aguante Cristina!”.

En cambio, un hombre de unos 45 años al comando de un automóvil de alta gama lanzó gruesos epítetos irreproducibles de reprobación.cristinahoy2

Los más repetidos se centraron en su presunto participación en casos de corrupción, sintetizados en las frases de: “¡Chorra, devolvé la plata”! y “Ladrona”.

Uno de los pocos episodios de relativa tensión se desarrolló cuando un vecina de unos 70 años arrancó un pequeño cartel de apoyo a la ex presidenta que decía “Hola Cris, tanto te extrañamos. Tu pueblo te da la bienvenida”.

Otras dos mujeres mayores le recriminaron su “intolerancia” y luego de una tensa discusión restauraron el cartel y lo volvieron a ubicar en su sitio original.

José, un hombre de unos 75 años de edad y de condición humilde, parado frente al domicilio de Cristina, fundamentó hoy su apoyo a la ex jefa de Estado “por los logros alcanzados en esos últimos doce años” y agregó que la causa por la cual deberá declarar mañana “no tiene nada que ver con la corrupción”.

“Por lo que la van a interrogar mañana no tiene ninguna trascendencia porque no le puede afectar en lo más mínimo a ella”, explicó y añadió que “no tiene la culpa que los otros después aumentaron el dólar”.

En cambio, Solange una elegante mujer de unos 45 años consideró que la ex presidenta tiene responsabilidad en este caso, al señalar que “utilizó los mecanismos del Estado para enriquecerse ella y enriquecer a sus amigotes”.

Una pareja mayor vecina de Recoleta le comentó hoy a Télam que ellos sí apoyan la gestión de Cristina, al considerar que durante su gobierno “se hizo mucho por los más humildes y también por la clase media, la que me parece que en realidad es muy desagradecida”.

Luis y Claudia anticiparon que mañana van a trasladarse hasta los tribunales de Comodoro Py para expresar su adhesión, al destacar que “al apoyarla a ella, nos estamos favoreciendo nosotros mismos”.

Por su parte, Favio, un turista brasileño de 26 años, comparó la situación argentina vinculada con la corrupción con lo que sucede en su país, donde crecen las denuncias por el caso de la petrolera Petrobas.

“A Dilma (Roussef) los ricos la quieren destituir con artimañas, pero tiene el apoyo del pueblo, por eso digo que en Argentina y Brasil pasan cosas parecidas”, detalló.

Por último, Ramón que dice ser parte de los autoconvocados de Lomas de Zamora dijo que trabaja en la zona y comentó en voz baja: “me di una vuelta por aquí para ver a la Cris, pero mis trompas no saben nada”.

“En Lomas somos muchísimos que la apoyamos y no formamos parte de ninguna agrupación política, sólo nos juntamos para defender nuestros derechos junto a ella”, completó.