Usuarios de subte realizan un «molinetazo», en estaciones de trenes y subtes de la Ciudad de Buenos Aires para protestar contra los aumentos de las tarifas de transporte público que ya fueron aplicados y aquellos que están programados.

La protesta fue impulsada por la comisión estudiantil del espacio Unidxs x la Cultura, centros de estudiantes, sindicatos docentes, sectores de la cultura y asambleas barriales de la Ciudad de Buenos Aires bajo la consigna de «Sí la vemos, por eso nos movemos».

A las 17:30, en estaciones de subtes y de trenes porteñas, los participantes comenzaron a saltar los molinetes para pasar sin pagar ,en el marco de una marcha a la que convocaron al Congreso para manifestarse contra el presidente Javier Milei, quien estará dando su discurso de apertura de sesiones ordinarias.

Allí, llevarán adelante un cacerolazo en «repudio al plan de ajuste, los tarifazos, los despidos y el DNU».

La protesta se lleva a cabo de forma coordinada en las estaciones de Once, Constitución, Retiro y otros puntos, con la participación de algunos dirigentes de izquierda como el diputado Nicolás del Caño y Vanina Biasi.

Otro epicentro importante de concentración fue en La Plata. Allí, los manifestantes arrancaron la medida de fuerza hasta Constitución.

En Retiro, además de la numerosa cantidad de usuarios que adoptaron la modalidad, la protesta estuvo acompañada al grito de «Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode».

En Once, los cánticos bajaron al ritmo de «aso, aso, aso, con el molinetazo».

El presidente Javier Milei viene llevando a cabo un feroz ajuste contra el pueblo trabajador. Cada medida tomada desde el inicio de su gestión empobreció aún más a la ciudadanía, que ya venía afectada. Lejos de equiparar la situación con un conveniente incremento de salarios, lo único que no sube, mediante sus decisiones permitió que los precios de todo se dispararan, bajo la premisa de desregulación de la economía.

Así, los valores de cualquier cosa están por las nubes, sumado a aumentos de tarifas de servicios esenciales que vuelven dificultoso el día a día de la mayoría de la clase media y baja. Agua, energía, alquileres, combustibles, prepagas, alimentos y bebidas vieron crecer de forma desproporcionada los precios, con un poder adquisitivo cada vez más desplomado, desprovisto en su esencia de poder adquirir incluso bienes de primera necesidad.

Para el gobierno de La Libertad Avanza, la prioridad pasa a ser el déficit fiscal cero, inflación baja y Estado totalmente ausente. En efecto, la macroeconomía empieza a sonreirle y ello representa motivos de «festejo» para el equipo presidencial. Obviamente, todo esto es a costa de sacrificar a los jubilados, tan vulnerables y olvidados como siempre, hambrear y empobrecer a los argentinos, dificultando el costo de vida actual en pos de una supuesta mejora «futura». El esfuerzo y sacrificio, como siempre, lo tiene que pagar la «casta trabajadora».