La asunción del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa en el Congreso Nacional y la toma de mando en Casa de Gobierno contó con la asistencia de una nutrida delegación de mandatarios de la región como la brasileña Dilma Rousseff; la chilena Michelle Bachelet, el colombiano Juan Manuel Santos; el uruguayo Tabaré Vázquez y el boliviano Evo Morales.

Al término de la ceremonia de traspaso en Casa Rosada, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, le deseó «mucha suerte» a Macri «porque su suerte, es el bienestar de toda la Argentina», y expresó que espera que se «siga construyendo una Patria Grande» en la región latinoamericana.

“Por supuesto que hay un cambio de orientación política y económica en Argentina, pero así lo ha decidido el pueblo en las urnas, y eso se llama democracia. Como le dije a él, en lo único que no podemos ponernos de acuerdo es en cuestiones de fútbol. Siempre se puede dialogar, porque somos demócratas y podemos conversar», sostuvo Correa, en diálogo con periodistas acreditados de Casa Rosada.

Lamentó no haber llegado a tiempo a la Asamblea Legislativa, porque, según dijo, les avisaron tarde para salir rumbo al Congreso, y sostuvo «es una pena porque me hubiera encantado escuchar las propuestas que Macri tiene para la Argentina. La ceremonia de otorgamiento de los atributos (en Casa de Gobierno) ha sido muy emotiva».
Por último, se refirió a su relación con Cristina Fernández de Kirchner, sobre quien dijo que «seguirá siendo una amiga, y es para mí una de las personas más brillantes que conozco».

En tanto, Horacio Cartés, mandatario de la República del Paraguay, sostuvo que «Argentina tiene un potencial extraordinario y eso va a facilitar que tengan días mejores. Como dijo Macri, no se hace todo en un día pero sí paso a paso para que tengan el derecho a pensar en un futuro mejor».

Para el mandatario paraguayo, el discurso del Presidente ante la Asamblea Legislativa fue «muy sereno y conmovedor» porque habló sobre «las luchas para los más desprotegidos y sobre algo en lo que pienso muy parecido: ya no se habla ni de izquierdas ni de derechas. Los que estamos de turno tenemos que entender que somos los más comprometidos para trabajar sobre esa gente más abandonada y desprotegida».

«Me voy muy ilusionado», dijo Cartés, en diálogo con la agencia de noticias Télam, a la vez que recordó tener una «amistad» personal con Macri por cuestiones vinculadas al mundo del fútbol, y anticipó para la Argentina y para la región, «lo que viene es el tiempo de la confraternidad; de estar todos juntos y no creer que la individualidad prime sobre los demás».