Ayer domingo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner formuló declaraciones al periodismo, luego de reunirse con el Sumo Pontífice, en Roma.

Tras calificar al encuentro como “estupendo, como siempre”, agregó que “fue muy bueno, y fue en domingo, a diferencia de otras veces que he venido y ustedes saben que para los católicos el domingo es un día de descanso», enfatizó la mandataria.

Los conceptos de la Presidenta son coincidentes con las afirmaciones del Papa Francisco, pronunciadas el año pasado, en la Universidad de Molise (Italia), cuando afirmó que “trabajar los domingos no solo afecta a los creyentes, sino que afecta a todos».

En esa oportunidad, el Papa se pronunció en contra de las jornadas laborales dominicales, con excepción de los servicios indispensables, mientras llamó a «conciliar el trabajo con el tiempo familiar».

Y señaló: «Tal vez es el momento de preguntarse si trabajar los domingos es una verdadera libertad». Sustentó esa posición en que, excepto en los trabajos y oficios inherentes a servicios especiales, los domingos deben ser «para las relaciones no comerciales, para la familia, los amigos, para los creyentes a una relación con Dios y con la comunidad».

Finalmente, en Molise, Franciso llamó a los trabajadores a «pasar más tiempo con sus hijos y jugar con ellos».

La lucha por el descanso en día domingo la lleva adelante la Asociación Empleados de Comercio de Rosario, entidad gremial que impulsó la sanción de la Ley 13.441, que regula el cierre de las grandes superficies los días domingo.