La presidenta Cristina Kirchner fue atendida ayer en la clínica Favaloro,  a la que asistió  por su  chequeo anual de rutina, luego de participar de un acto en el partido bonaerense de Quilmes, en el cual inauguró  un tramo electrificado del ramal Constitución-La Plata de la línea de tren Roca.

Fuentes médicas informaron que la jefa de Estado arribó en horas de la tarde de ayer a la clínica ubicada en el barrio porteño de Monserrat para realizarse el chequeo de rutina.

En el parte médico difundido anoche  por Cristian Fuster, director del Hospital Universitario Fundación Favaloro, se confirmó que el chequeo médico al que se sometió la Jefa de Estado tuvo un resultado satistactorio.

No obstante, otros trascendidos se refirieron a un malestar que la mandataria habría sufrido durante el acto que encabezó en Quilmes, a causa de una supuesta suba de presión. Estos rumores, publicados por algunos medios porteños, relacionan ese malestar con un llamado de Mauricio Macri a la primer mandataria para hablar del traspaso de mando